MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
La doctora Silvia Conde Someso, jefa de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Valle del Henares, destaca las ventajas de incorporar radiofrecuencia para la patología hemorroidal, ya que elimina prácticamente el dolor postoperatorio, sobre todo en comparación con la hemorroidectomía convencional.
"El tratamiento quirúrgico de la patología hemorroidal es un procedimiento que, en general, tanto en la conciencia como en la experiencia de los pacientes es doloroso y tiene un postoperatorio prolongado y problemático", afirma la doctora Conde Someso.
Sin embargo, la radiofrecuencia permite el tratamiento de las hemorroides, principalmente grado II/III, sin necesidad de resección quirúrgica ni ligadura de las hemorroides, reduciendo así el dolor postoperatorio y las complicaciones postquirúrgicas.
La principal ventaja que este tratamiento con radiofrecuencia ofrece a los pacientes es que, al ser un procedimiento mínimamente invasivo, se realiza con anestesia local y una ligera sedación, por lo que se puede realizar en régimen ambulatorio, permitiendo una reincorporación sociolaboral de manera casi inmediata. Otra de las ventajas principales de esta técnica con respecto a la cirugía convencional es la importante reducción del dolor postoperatorio, siendo poco o prácticamente nulo.
Tal y como recuerda la doctora, se calcula que las hemorroides afectan hasta al 50 por ciento de la población adulta, y entre el 5 y el 10 por ciento de quienes las sufren requerirán algún tipo de intervención por padecer hemorroides patológicas.
La patología hemorroidal tiene un gran impacto en la vida diaria del paciente, produciendo molestias continuas, prurito, sangrados frecuentes y en ocasiones intenso dolor, pero el miedo a la cirugía convencional lleva a muchos pacientes a dilatar en el tiempo la consulta con un cirujano para ser tratados correctamente.
Por otra parte, el estreñimiento o las alteraciones del hábito intestinal pueden intensificar los síntomas y confundir a los pacientes entre las diferentes patologías anales (hemorroides, fisuras y fístulas), lo que, sumado al rechazo a la cirugía, puede provocar retrasos en el diagnóstico.