MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las fracturas de cadera son un problema frecuente en las mujeres con osteoporosis pero sólo un 25 por ciento recibe tratamiento farmacológico cuando les dan el alta hospitalaria, con el consiguiente riesgo de acabar sufriendo un segundo evento.
Además, de las que sí son tratadas más de la mitad acaban abandonando la medicación al cabo del año, lo que en parte explica que hasta el 20 por ciento de las personas que tiene una fractura de cadera muera un año después de haberla sufrido.
"No basta con caminar ni tomar calcio o vitamina D, hay que iniciar un tratamiento farmacológico", ha destacado el presidente de la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM), Josep Blanch, que avisa que con la medicación se reduce hasta un 70 por ciento el riesgo de una nueva fractura.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Osteoporosis que se celebra este viernes, 20 de octubre, esta sociedad científica, la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedad Metabólicas Óseas (FHOEMO) y la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR) se han unido para concienciar de este problema de salud de los huesos, que afecta a unas 3 millones de personas en España, la mayoría mujeres.
De hecho, ha añadido el presidente de FHOEMO, Manuel Díaz-Curiel, hasta un 30 por ciento de las mujeres sufrirá una fractura de cadera por osteoporosis a partir de los 50 años.
Pese a esta elevada prevalencia, ambos expertos han lamentado que todavía siga siendo bajo el porcentaje de pacientes que tras esta primera fractura inician un tratamiento para evitar nuevos eventos, algo que incluso ha descendido en los últimos años pese al mayor envejecimiento de la población.
Según Blanch, este menor uso de tratamientos farmacológicos puede deberse a los recortes, ya que son fármacos "caros" para el Sistema Nacional de Salud (SNS), y a la aparición de algunos efectos secundarios detectados a posteriori, pese a que son "estadísticamente mínimos".
Además, ha añadido, han demostrado que "son claramente coste-efectivos" porque a largo plazo suponen un ahorro y "evitan que el paciente sufra".
DIFICULTADES PARA EL DÍA A DÍA
De hecho, se estima que un año después de estas fracturas la mayoría de pacientes no son capaces de llevar actividades cotidianas como ir al mercado o conducir, y no vuelven a la recuperar su independencia. Asimismo, un 40 por ciento no pueden caminar por si mismas, y el 59 por ciento todavía requiere ayuda.
Para mejorar ese abordaje, y teniendo en cuenta el progresivo envejecimiento de la población, estos expertos creen que los profesionales de Atención Primaria pueden identificar a las personas con mayor riesgo de fractura.
"Creemos de especial importancia fomentar campañas de prevención --primero de la osteoporosis, y posteriormente de la fractura-- a todas las edades, haciendo hincapié en aquellos grupos donde el riesgo de fractura es mayor, como a partir de los 70 años. Estas campañas de concienciación nos permitirán realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz de la misma", según Díaz Curiel.
"La prevención, tanto de la enfermedad como de sus consecuencias, es una labor del día a día, porque es la única forma de concienciar al máximo posible, lo que esta enfermedad supone para quienes la padecen y para las personas que están a su alrededor", ha apuntado María Antonia Robles, vicepresidenta de AECOSAR.