El estudio se realizó en más de 400 personas durante un año en Inglaterra
MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Incluir a trabajadores que han tenido problemas de salud mental, y que en la actualidad estén controlados, podría ayudar a reducir el número de readmisiones en las unidades de crisis de salud mental, según han mostrado los resultados de un estudio llevado a cabo en Inglaterra por expertos de varias universidades.
"Las personas dadas de alta de los servicios comunitarios de crisis a menudo son readmitidas en cuidados intensivos. Esto no solo impide la recuperación, sino que también consume recursos que podrían dedicarse a mejorar el funcionamiento y la calidad de vida a más largo plazo", ha declarado la autora principal, la profesora Sonia Johnson, del University College London.
Un hecho que, según la autora, se podría reducir a través de "los trabajadores de apoyo", pues estos "podrían brindar apoyo y aliento que sea particularmente cálido y empático porque está arraigado en la experiencia personal, así como también proporcionar a los usuarios del servicio un modelo a seguir para su recuperación".
En concreto, el estudio, que se llevó a cabo en más de 400 personas durante un año, ha demostrado que las intervenciones de autocontrol pueden ayudar a las personas a manejar mejor su salud mental.
Así, el análisis se realizó en seis equipos de resolución de crisis en Inglaterra, y las personas fueron reclutadas después de haber sido dados de alta; los autores combinaron un libro de trabajo de autocontrol con la ayuda de un trabajador de apoyo que también había experimentado un problema de salud mental.
El libro de trabajo incluyó secciones sobre el establecimiento de objetivos de recuperación personal, restablecimiento de su lugar en la comunidad y redes de apoyo, identificación de señales de alerta temprana y creación de un plan de acción para evitar o retrasar la recaída y estrategias de planificación para mantener el bienestar. Se pidió a los participantes que registraran observaciones y planes en cada una de estas áreas.
Tras el análisis, el estudio concluyó con que la readmisión a la atención aguda fue menor en el grupo de intervención que en el grupo control, con un 29 por ciento (64/218) de participantes readmitidos en el grupo de intervención versus un 38 por ciento (83/216) de los participantes en el grupo control.
La aceptación de la intervención obtuvo resultados positivos el 72 por ciento (160/221) de las personas que ofrecieron el apoyo y el libro de trabajo asistieron al menos a tres reuniones con su compañero de apoyo y una tercera (65/198) asistió a las diez reuniones. Un número similar de participantes en los grupos de intervención y control leyó el folleto, pero más personas en el grupo de intervención lo usó para hacer planes escritos.