MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) asegura que cada minuto se diagnostica un caso de trombosis en todo el mundo y cada 6 fallece una persona como consecuencia de esta enfermedad, que es la principal responsable del infarto agudo de miocardio, el ictus isquémico y el tromboembolismo venoso.
Así lo ha asegurado el secretario de esta sociedad científica, José Mateo, que pese a esta prevalencia lamenta que siga siendo una entidad poco conocida, según ha lamentado con motivo del Día Mundial de la Trombosis que se celebra este viernes, 13 de octubre.
"El tromboembolismo venoso (TEV) es la principal causa de mortalidad prevenible en hospitales, por eso es muy importante que tanto los profesionales como pacientes sepan reconocer los síntomas", según este experto.
Este año el Día Mundial de la Trombosis se centra en la problemática del TEV en el paciente hospitalizado, ya que se calcula que existen aproximadamente 12 millones de personas hospitalizadas por procesos médicos agudos en Europa, que son responsables de un 25 por ciento de estos casos.
Por ello, ha señalado Mateo, es necesario recordar que "tras el alta hospitalaria existe una situación de riesgo adicional, lo que obliga a emplear medidas preventivas contra la trombosis". De hecho, hasta un 60 por ciento de los casos tienen lugar durante o después de una hospitalización.
Además, el tromboembolismo venoso es una causa importante de pérdida de años de vida ajustados por calidad, mucho más que otras enfermedades como la neumonía hospitalaria, la sepsis y las reacciones adversas a medicamentos.
LA IMPORTANCIA DE LA TROMBOPROFILAXIS
Pese a ello, la SETH recuerda que este trastorno puede prevenirse en los hospitales si se instauran las medidas preventivas adecuadas (tromboprofilaxis), ya que el empleo de fármacos anticoagulantes, fundamentalmente heparinas de bajo peso molecular por vía subcutánea y anticoagulantes orales directos, consigue una reducción del 50-60 por ciento de eventos trombóticos, sobre todos en pacientes hospitalizados a causa de un procedimiento de cirugía mayor.
Las medidas farmacológicas, además, deberán ir acompañadas de otras físicas, como la movilización precoz y el empleo de medias elásticas. "La estrategia de tromboprofilaxis debe ser individualizada teniendo en cuenta las características del paciente y su riesgo hemorrágico", según José Antonio Páramo, presidente de esta entidad.
"Si se centran los esfuerzos en la prevención de TEV, los sistemas de salud pueden ahorrar dinero, mejorar los resultados y, fundamentalmente, salvar vidas. Algunos países ya han implementado políticas y protocolos de TEV que estandarizan (o incluso incentivan) la implementación de una prevención adecuada de TEV", ha sentenciado.