MADRID 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las terapias biológicas ofrecen a los pacientes con psoriasis una mejoría física, emocional y mejoran su calidad de vida, según ha asegurado el jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Infanta Leonor de Madrid, Pablo de la Cueva.
El experto se ha pronunciado así durante un taller organizado por Pfizer en el 41º Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Allí, De la Cueva ha impartido la ponencia 'Visión de las terapias biológicas en España: Informe de Experto', realizada por más de 300 dermatólogos, en la que se muestra que la mayoría de los pacientes con psoriasis moderada-grave utilizan las terapias biológicas para el tratamiento de esta enfermedad, dado que muestran un "elevado grado de satisfacción".
Y es que, según lo expresado en las respuestas de campo libre del Informe, en general, se considera que un periodo de 24 semanas es clave para evaluar la eficacia de éstos medicamentos. Si transcurrido este periodo, la respuesta PASI es inferior al 50 por ciento, se suele suspender el tratamiento biológico; mientras que, en los casos de respuesta PASI entre el 50-75 por ciento, la mayoría de los encuestados optan usar algoritmos de optimización y una minoría opta por un cambio a otro biológico.
De hecho, casi todos los dermatólogos consultados, consideran que es más importante conseguir una respuesta segura y prolongada en el tiempo, que una respuesta rápida pero de corta duración. En los casos de respuesta óptima, con un PASI de 90 por ciento, o superior, muchos de los encuestados optan por pautas intermitentes o de optimización, siendo etanercept el más usado en pauta intermitente.
Además, según ha explicado el experto, se remarca el beneficio del empleo de las proteínas de fusión, debido a su menor incidencia de reactivación de infecciones, como la tuberculosis, así como un menor problema de autoinmunidad.
Por otra parte, ha proseguido, un "importante" porcentaje del gasto de las unidades de Dermatología es el asociado a la terapia biológica de los pacientes con psoriasis. Por este motivo, en algunos centros se han creado unidades con protocolos consensuados así como comités para la optimización de su uso.
"Ahora bien, a la hora de buscar el tratamiento más eficiente, no sólo hay que tener en cuenta el factor coste, sino también el ahorro importante que pueden suponer estas terapias a nivel de un menor gasto en hospitalizaciones, revisiones a diferentes facultativos, así como una reducción de los gastos indirectos, como pueden ser las bajas laborales", ha recalcado.
Según el consenso de estos expertos, la individualización de los pacientes con psoriasis es un fundamento prioritario en el tratamiento, también a la hora de decidir el cambio de un medicamento convencional a una terapia biológica, o de establecer las pautas habituales de tratamiento.
"Los dermatólogos buscamos fórmulas para que exista un ahorro obteniendo una buena respuesta clínica. Estrategias como las desintensificaciones, las pautas intermitentes o la optimización de dosis de las terapias biológicas, se están efectuando en un gran número de centros", ha comentado De la Cueva.
LA IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA INMUNOGENICIDAD
La segunda ponencia de la jornada ha sido conducida por la dermatóloga del Hospital 12 de Octubre de Madrid, Raquel Rivera, quien ha abordado el impacto que tiene la imunogenicidad en el uso racional de terapias en biológicas en esta enfermedad.
Concretamente, la inmunogenicidad es la formación de anticuerpos frente al tratamiento biológico y es una de las causas conocidas de fracaso de estos tratamientos, así como de la aparición de efectos adversos y de una menor supervivencia al tratamiento.
"Hoy en día, la principal razón de suspensión de un tratamiento biológico en psoriasis es la pérdida de eficacia, seguida de los efectos adversos, de ahí la importancia del estudio de la inmunogenicidad en la práctica clínica", ha afirmado Rivera.
Dicho esto, la experta ha explicado que medir el nivel de fármaco y el título de anticuerpos anti-fármaco frente a los tratamientos con terapias biológicas podría ayudar a definir los protocolos de optimización y las estrategias terapéuticas. "Todo ello, podría conllevar un potencial ahorro de costes. Es, por ello, que en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, los especialistas pueden solicitar determinaciones de anticuerpo y niveles de fármaco frente a los antiTNF que usan habitualmente", ha apostillado.
Asimismo, en caso de fallo en el tratamiento con un antiTNF, el estudio de inmunogenicidad sirve para saber si es mejor optimizar el mismo tratamiento, cambiar a otro antiTNF o cambiar a otro tratamiento biológico de un mecanismo diferente.
Y es que, existen diferencias en cuanto al mayor o menor grado de inmunogenicidad entre las diferentes terapias biológicas. Los anticuerpos que tienen parte no humana son más inmunógenos que los receptores. Asimismo, influyen otros factores como la estructura del biológico, la posología, o la dosis.
"Hay pocos estudios relacionados con la inmunogenicidad en psoriasis, ya que hay enfermedades más inmunogénicas que otras, como la artritis reumatoide, pero no deja de ser relevante su estudio para el abordaje de la psoriasis, ya que los pacientes con psoriasis tratados con biológicos no suelen tener asociados otros tratamientos inmunosupresores, que se ha comprobado que reducen la inmunogenicidad", ha zanjado la experta.