MADRID 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg (MLU) y de la Universidad de Münster (Alemania) han demostrado por primera vez en un estudio publicado en 'Translational Psychiatry que la psicoterapia provoca cambios cuantificables en la estructura cerebral.
Así lo han hecho mediante el uso de la terapia cognitivo-conductual. El equipo analizó los cerebros de 30 pacientes que padecían depresión aguda. Tras la terapia, la mayoría de ellos mostraron cambios en las áreas responsables del procesamiento de las emociones. Los efectos observados son similares a los ya conocidos por estudios sobre la medicación.
Alrededor de 280 millones de personas padecen depresión grave en todo el mundo. Esta depresión provoca cambios en la masa cerebral del hipocampo anterior y la amígdala. Ambas áreas forman parte del sistema límbico y son las principales responsables del procesamiento y control de las emociones. En psicoterapia, la terapia cognitivo-conductual (TCC) es un método consolidado para tratar la depresión.
"La TCC provoca cambios positivos en los patrones de pensamiento, las emociones y el comportamiento. Suponemos que este proceso también está relacionado con cambios funcionales y estructurales en el cerebro. El efecto ya se ha demostrado con terapias que incluyen medicación o electroestimulación, pero aún no se ha demostrado para la psicoterapia en general", ha afirmado el profesor Ronny Redlich, director del Departamento de Psicología Biológica y Clínica de la MLU.
Ahora, investigadores de la MLU y la Universidad de Münster han logrado demostrarlo en un amplio estudio en el que participaron 30 personas que padecían depresión aguda. Se utilizó la resonancia magnética estructural (RM) para examinar el cerebro de los participantes antes y después de 20 sesiones de terapia.
"Las resonancias magnéticas proporcionan información sobre el tamaño, la forma y la ubicación del tejido", explica la psicóloga Esther Zwiky, de la MLU. Además de las resonancias magnéticas, se realizaron entrevistas clínicas para analizar los síntomas de la enfermedad, como la dificultad para identificar y describir los sentimientos. Además, 30 sujetos de control sanos, que no se sometieron a terapia, participaron en el estudio con fines comparativos.
AUMENTÓ EL VOLUMEN DE MATERIA GRIS
El estudio proporcionó resultados claros: se observó que 19 de los 30 pacientes apenas presentaban síntomas depresivos agudos después de la terapia. Los investigadores también pudieron documentar por primera vez cambios anatómicos específicos. "Observamos un aumento significativo del volumen de materia gris en la amígdala izquierda y el hipocampo anterior derecho", afirma Esther Zwiky.
Los investigadores encontraron una clara conexión con los síntomas: las personas con un mayor aumento de materia gris en la amígdala también mostraron una mayor reducción de su desregulación emocional. "Ya se sabía que la terapia cognitivo-conductual funcionaba. Ahora, por primera vez, disponemos de un biomarcador fiable del efecto de la psicoterapia en la estructura cerebral. En pocas palabras, la psicoterapia cambia el cerebro", explica Ronny Redlich.
Sin embargo, Redlich subraya que no hay un tratamiento fundamentalmente mejor o peor, ya que la medicación funciona mejor para algunas personas, mientras que la electroestimulación funciona muy bien para otras, así como la TCC puede ser más útil. "Por lo tanto, es aún más alentador que hayamos podido demostrar en nuestro estudio que la psicoterapia es una alternativa igualmente eficaz desde el punto de vista médico y científico", finaliza Redlich.