MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
La terapia asistida por animales puede fomentar la competencia social en pacientes con lesiones cerebrales y aumentar su participación emocional durante la terapia, según los resultados de un ensayo clínico realizado por psicólogos de la Universidad de Basilea (Suiza) y que ha sido publicado en la revista 'Scientific Reports'.
Después de una lesión cerebral traumática grave, los pacientes a menudo presentan problemas en su comportamiento social como, por ejemplo, sufrir una disminución de la empatía emocional y mostrar una expresión emocional deficiente, lo que contribuye a problemas comunicativos en las interacciones sociales.
En este sentido, La terapia asistida por animales se utiliza cada vez más en la rehabilitación para mejorar estos déficits en la competencia social de los pacientes. La integración de animales en la terapia puede, por ejemplo, estimular el compromiso y la motivación del paciente.
Para comprobar científicamente la efectividad del método, los investigadores realizaron sesiones de terapia asistida por animales a 19 participantes adultos junto a sesiones de terapia convencional. El comportamiento social de los pacientes se registró y evaluó durante más de 200 sesiones de terapia convencional y asistida por animales.
El estudio también documentó el estado de ánimo y la satisfacción del paciente y su motivación para el tratamiento. De esta forma, los expertos comprobaron que en presencia de un animal, que incluía cobayas, cerdos en miniatura, conejos y ovejas, los pacientes mostraron un compromiso social más activo que durante las sesiones de terapia convencional, y expresaron casi el doble de emociones positivas y se comunicaron con más frecuencia, tanto verbalmente como no verbalmente. La terapia asistida por animales no tuvo ningún efecto sobre las emociones negativas, como la rabia o la ira.
"Los resultados sugieren que la terapia asistida por animales puede tener un efecto positivo en el comportamiento social de los pacientes con lesiones cerebrales", han zanjado los investigadores de la Universidad de Basilea.