MADRID 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
La telemedicina conlleva una mayor adherencia a la monitorización de la función pulmonar, lo que resulta decisivo en la detección precoz de eventos como la bronquiolitis obliterante o las infecciones respiratorias, ya que estas se identifican mediante la monitorización de la función pulmonar, según ha explicado la neumóloga y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la doctora Natalia Martos, en la XVIII Reunión de Invierno Conjunta de las Áreas SEPAR.
En el campo de la neumología, la telemedicina está ampliamente extendida en enfermedades respiratorias crónicas que precisan de un seguimiento continuado y un control periódico, tales como el asma, la enfermedad obstructiva crónica (EPOC) o el síndrome de apnea-hipoapnea durante el Sueño (SAHS).
La telemedicina abre un abanico de posibilidades en el abordaje de los pacientes trasplantados de pulmón. Gracias a ella se puede lograr un estrecho seguimiento sin necesidad de realizar consultas rutinarias en cortos períodos de tiempo, lo que hace que se reduzcan los costes sanitarios y que disminuyan las listas de espera.
Sin embargo, la aplicación de estas herramientas en el ámbito de los trasplantes de órgano sólido, como son los trasplantes pulmonares, cuenta con una experiencia más reducida. "La telemedicina aplicada a pacientes con trasplante pulmonar es un campo que cuenta con poca experiencia. Dados los múltiples beneficios que aporta en el diagnóstico, seguimiento y tratamiento resulta clave establecer futuras líneas de investigación para conocer los efectos a largo plazo en pacientes trasplantados de pulmón", ha señalado la Martos.
Por último, la experta ha querido recalcar que la telemedicina debe ser considerada como un complemento a la práctica clínica diaria, por lo que no debe sustituir en ningún momento la asistencia sanitaria convencional, ya que no es conveniente abandonare el trato directo con el paciente.