MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Acción Social del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), Daniel Torres, ha subrayado el papel de esta figura profesional en la detección temprana de víctimas de violencia contra la mujer, aunque requieren de una formación "adecuada" para hacerlo de forma "efectiva, sensible y empática".
"Los técnicos en cuidados de enfermería, como profesionales sanitarios somos fundamentales en la detección temprana de lesiones sospechosas o comportamientos anómalos en las víctimas de violencia, por ello es fundamental que contemos con una formación adecuada para poder realizar una detección temprana efectiva, sensible y empática que nos permita indagar en los factores de riesgo personales y sociales para poder ofrecer una atención eficaz y eficiente a las víctimas", ha explicado Torres.
Así se ha pronunciado con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este martes bajo el lema 'Acabar con la violencia digital contra todas las mujeres y niñas'.
Torres ha expuesto que el abuso a través de imágenes, el ciberacoso, los 'deepfakes' --archivos de vídeo, imagen o voz manipulados-- generados por Inteligencia Artificial (IA) o los discursos de odio "no dejan de aumentar sin límite" en el ámbito virtual, lo que acaba extendiéndose a la vida real.
En ese sentido, ha expuesto el incremento del consumo de pornografía en menores de edad, con alrededor de un 20 por ciento de adolescentes que reconoce haberlo consumido antes de los diez años y otro 44,4 por ciento que lo hace de forma semanal, según datos de la Universitat Oberta de Catalunya.
Esta práctica, junto con la falta de educación afectivo sexual, acaba "distorsionando" la visión de una sexualidad sana, generando expectativas irreales y promoviendo comportamientos violentos como el sexo sin consentimiento, la violencia, la pornovenganza, el sometimiento o la dominación.
Torres ha recordado que la Fiscalía General del Estado denunció en 2022 un "notable y preocupante" ascenso de agresiones sexuales cometidas por menores de edad en su memoria anual, con investigaciones de 1.973 abusos sexuales cometidos por menores de 18 años.
Entre las causas, la Fiscalía recogía una inadecuada formación en materia ético-sexual y el visionado inapropiado y precoz de pornografía violenta.
Las agresiones sexuales provocan en las mujeres graves problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a corto y largo plazo, tales como embarazos no deseados, abortos provocados, problemas ginecológicos, infecciones de transmisión sexual, cefaleas, síndromes de dolor de espalda, abdominal o pélvico crónico, trastornos gastrointestinales o limitaciones de la movilidad.
Asimismo, estas secuelas pueden causar depresión estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad, insomnio, alimentarios, problemas con el alcohol o las drogas y prácticas sexuales de riesgo, e incluso llevar al suicidio.