MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El pronóstico de los pacientes con epilepsia resistente a la medicación ha mejorado gracias a los avances producidos por la cirugía robótica cerebral, que permite determinar la zona exacta que causa las crisis epilépticas y extirparla. Se trata de una operación dirigida "al 20 o 30 por ciento de enfermos epilépticos que no mejoran con el tratamiento de fármacos", ha indicado el director del Epilepsia Russi Institute, el neurólogo Antonio Russi.
Esta técnica permite registrar la actividad de la red neuronal en los puntos precisos para poder delimitar la ubicación y extensión del generador de las crisis y, en caso de estar localizado, no esparcirlo por diversos lugares del cerebro, sino proceder a su eliminación sin producir efectos en las funciones cerebrales.
Oilver & Ayats Institut y Epilepsia Russi Institute, propietarios de este sistema robótico y ubicados en el Centro Médico Teknon, acumulan una experiencia de más de 600 pacientes intervenidos de cirugía de la epilepsia con resultados positivos en cuanto a control de las crisis, y con una mortalidad y morbilidad combinada inferior al 0,5 por ciento que se ha reducido a 0 en los últimos 10 años.
De hecho, más del 80 por ciento de los pacientes intervenidos por estos especialistas con el sistema robótico 'Neuromate Renishaw' con epilepsias del lóbulo temporal, se encuentran libres de crisis y el resto ha experimentado una importante mejoría con tratamiento combinado con fármacos de última generación.
PROCEDIMIENTO DE LA OPERACIÓN
En primer lugar, se realiza un estudio previo para planificar con detalle los puntos del cerebro en los que se quiere registrar la actividad. "Se diseñan las trayectorias de los electrodos que tienen entre 8-12 contactos cada uno y virtualmente en el ordenador se introducen en el cerebro del paciente, realizando pequeños ajustes finos para evitar las venas y arterias del cerebro, con el fin de evitar hemorragias", ha explicado uno de los neurocirujanos encargado de aplicar este sistema, Emilio Ayats.
De tal forma, estudian la red neuronal cerebral implicada en las crisis epilépticas para localizar los generadores de las mismas. En quirófano, el robot sitúa los instrumentos en posición adecuada para reproducir con exactitud submilimétrica la planificación efectuada anteriormente.
"Los días posteriores a la implantación se registran las crisis habituales del paciente con un sistema de 256 canales de SEEG (estéreo electroencefalograma) y se delimitan con precisión las zonas cerebrales a resecar dentro de los lóbulos temporal y frontal izquierdos y comprobar por estimulación que se pueden extirpar sin afectar funciones cerebrales", ha comentado el doctor Ayats.
El detallado plan quirúrgico de la resección cortical, que constituye una segunda operación "se lleva al quirófano en el sistema de neuronavegación que permite seguir fielmente el plan trazado", añade.
EXPERIENCIA EN UNA PACIENTE
'Neuromate' ha ayudado a Nuria Soler, una joven de 26 años, a resolver las dos o tres crisis epilépticas semanales que padecía desde hace tres años, y que ningún tratamiento farmacológico ha podido controlar.
Las crisis de esta paciente, se iniciaban en la zona frontotemporal izquierda y se caracterizan por perder el conocimiento, llegando incluso a caerse al suelo, desconexión con el entorno, en ocasiones relajación de esfínteres y aura visual.
La intervención del robot permite colocar entre 7 y 20 electrodos dentro del cerebro para determinar la zona exacta que causa las crisis epilépticas y extirparla después con precisión submilimétrica, sin riesgo para la función normal del cerebro, permitiendo curar su epilepsia. En este sentido, el robot marca la dirección y profundidad adecuada, pero la técnica final siempre la realiza el neurocirujano.