MADRID 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
La crioablación percutánea generaría más ahorros que la cirugía convencional en el manejo de pacientes con tumores desmoides extra-abdominales en España, según apunta un estudio llevado a cabo por varios especialistas de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y publicado en la revista 'Insights into Imaging'.
"El estudio proporciona información sobre el impacto económico derivado de los ahorros relacionado con el uso de la crioablación percutánea para tumores de tipo desmoide desde la perspectiva del Sistema Nacional de Salud, aportando información útil para el proceso de toma de decisiones en salud", apunta el autor del artículo y especialista intervencionista de la SERAM, el doctor José Antonio Narváez.
En el artículo se explicita que el coste total de la crioablación percutánea (5.774,78 /paciente-año) fue inferior al coste total de la crioablación convencional cirugía (6.780,98 /paciente-año), lo que supone un ahorro de costes de hasta 80.002 euros en un año para toda la cohorte de 80 personas.
Los tumores desmoides o fibromatosis profunda son tumores de tejidos blandos localmente agresivos, requiriendo intervención en algunos casos. La cirugía ha sido el estándar de oro, pero hay nuevas técnicas menos invasivas como la crioablación percutánea han demostrado su eficacia, reduciendo recursos sanitarios y complicaciones.
La crioablación percutánea es una técnica menos invasiva que la cirugía que permite la destrucción de lesiones tumorales mediante la introducción de unas agujas especiales. Consiste en la destrucción de lesiones tumorales mediante congelación, que se consigue de forma percutánea, mediante unas agujas que alcanzan temperaturas en el punto de salida inferiores a -100 grados centígrados. Además, es eficaz tanto en los tejidos blandos como en el hueso.
Esta técnica se realiza en tumores desmoides extra-abdominales (tumor localmente agresivo), otros tumores de PB (endometrioma de pared abdominal, sarcomas no tributarios de otras terapias), metástasis óseas y tumores óseos benignos (osteoma osteoide, osteoblastoma, condroblastoma). Y también en el resto del cuerpo se emplea con éxito, sobre todo en riñón y pulmón.
Según el doctor Narváez, "la principal ventaja es que gracias a la ecografía o a la tomografía computerizada (TC) se delimitan con exactitud los límites del tumor, y se colocan de forma precisa las criosondas, con las que se congela el tumor, pudiendo visualizar en tiempo real la extensión de la zona tratada, asegurando que no se produzcan lesiones de estructuras vecinas".
"Esta técnica también permite controlar con precisión la actuación sobre tumores difíciles de tratar por su localización, al tiempo que hace posible tratar áreas de mayores dimensiones, y los efectos de la crioablación se pueden comprobar de forma inmediata. Además, es un procedimiento menos doloroso que las ablaciones térmicas por calor (radiofrecuencia, microondas), por el efecto analgésico del frío, lo que permite realizar la crioablación bajo sedación, sin necesidad de anestesia general", añade.
Cuando se trata de tumores primarios, la crioablación puede tener un carácter curativo. En el caso de los tumores secundarios -que han iniciado un proceso de metástasis-, especialmente en los huesos, el paciente puede experimentar episodios de intenso dolor y con la congelación conseguida con la crioablación notan una clara mejora en los síntomas. No obstante, el doctor Narváez afirma que "es algo poco implantado en los hospitales".