MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Max Planck para Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas, en Leipzig (Alemania), han realizado el primer estudio prospectivo sobre evaluación de los posibles riesgos de realizar resonancias magnéticas a personas que luzcan tatuajes en sus cuerpos.
El director del centro investigador, Nikolaus Weiskopf, explica que se plantearon esta investigación, que publica la revista 'New England Journal of Medicine', al preguntarse si se podrían realizar resonancias a personas tatuadas sin ninguna cortapisa o, en caso contrario, qué restricciones convendría aplicar.
"En el Wellcome Center for Human Neuroimaging, del Instituto de Neurología Queen Square en el University College de Londres (Reino Unido), donde comencé el estudio en 2011, había un número creciente de voluntarios con tatuajes. En ese momento, simplemente no había datos suficientes para determinar la probabilidad de efectos secundarios relacionados con el tatuaje a partir de pruebas de resonancia magnética", explica.
De hecho, millones de personas con tatuajes son escaneadas cada año en hospitales e instalaciones de investigación en todo el mundo sin ningún efecto secundario reseñable. Pero hasta ahora no se había realizado un estudio prospectivo sistemático sobre la seguridad de estas pruebas en personas con tatuajes. Hasta ahora, los informes de reacciones adversas generalmente se basan en casos individuales y describen dos reacciones diferentes.
Por un lado, es posible que los pigmentos en los tatuajes puedan interactuar con el campo magnético estático del escáner. Esto se debe a que la tinta del tatuaje puede contener pigmentos ferrosos y, por lo tanto, magnéticos. Los fuertes campos magnéticos involucrados en el procedimiento pueden interactuar con estas pequeñas partículas, que a su vez pueden provocar una sensación de tirantez en la piel tatuada.
Sin embargo, existe otra interacción potencial que puede representar, desde el punto de vista de los expertos, un riesgo mucho mayor. Muchos de los pigmentos de color de los tatuajes también son conductores. Esto es un problema porque en la resonancia los campos magnéticos de alta frecuencia y el tatuaje puede absorber gran parte de la energía de estos campos, lo que puede hacer que el tatuaje se caliente. "En el peor de los casos, esto puede provocar quemaduras", alerta Weiskopf.
Junto con sus colegas en el University College de Londres, examinó a 330 participantes del estudio antes y después de la resonancia magnética y probó un total de 932 tatuajes. El equipo recogió de forma sistemática información sobre los tatuajes de sus participantes: su tamaño, dónde estaban ubicados y qué colores se usaron en ellos y el país de origen. La mayoría de ellos se realizaron en Europa, pero también en América, Asia, África y Australia. La mayor parte de la tinta utilizada era negra, pero también había varios colores.
Con el fin de garantizar la seguridad de los participantes ante posibles quemaduras, se excluyó a algunos voluntarios por la cantidad o tamaño de sus tatuajes. Así, no se permitió que un solo tatuaje superase los veinte centímetros y se estableció que no más del cinco por ciento del cuerpo estuviera cubierto por tatuajes.
"Encontramos que la mayoría de los participantes no notaron ningún efecto secundario con los tatuajes --desvela Weiskopf--. Hubo un caso específico en el que el médico del estudio descubrió que los efectos secundarios, una sensación de hormigueo en la piel, estaban relacionados con la exploración. Sin embargo, esta sensación desagradable desapareció en 24 horas sin que la persona afectada hubiera requerido tratamiento médico".
Según Weiskopf, los resultados del estudio no solo proporcionan información sobre las pautas de seguridad para la investigación, sino que también pueden ser útiles para entornos clínicos. Las recomendaciones existentes sobre cómo escanear a las personas con tatuajes siempre se basan en sopesar el riesgo frente al beneficio real de diagnosticar una enfermedad. Y recuerda que, si bien se debe tener en cuenta que los resultados se limitan a configuraciones específicas y tipos de escáner, este estudio se suma al registro de seguridad positivo de las resonancias magnéticas.