JARTUM, 26 Sep. (Reuters/EP) -
Las autoridades de Sudán han confirmado este martes que se han registrado al menos 11.000 casos de la temible enfermedad transmitida por mosquitos chikungunya en el estado de Kassala, en el este del país.
"Hasta el momento las estadísticas indican que cerca de 11.000 personas se vieron infectadas en el último mes, pero que nadie ha muerto tras padecer el virus", ha indicado un portavoz de la administración de Kassala.
Son el mosquito tigre asiático y el mosquito de la fiebre amarilla los que infectan a los humanos con el virus chikungunya. El clima afecta la propagación de un virus transmitido por mosquitos de dos formas principales.
En primer lugar, desempeña un papel crucial en la distribución geográfica de los mosquitos, que sólo pueden prosperar a largo plazo si la temperatura y los niveles de precipitación son lo suficientemente altos. En segundo lugar, el virus se replica especialmente rápidamente en el cuerpo del mosquito si la temperatura ambiente es alta y se mantiene relativamente constante durante el transcurso del día. Por esta razón, el riesgo de infectarse con el virus chikungunya se ha limitado hasta ahora a regiones tropicales de África, Asia y América del Sur.
El brote comenzó hace pocas semanas cuando la zona se vio gravemente afectada por las intensas lluvias. Varios testigos han señalado a la agencia de noticias Reuters que han observado aviones fumigando pesticidas para acabar con los mosquitos en cuestión.
La oposición de Sudán ha acusado al Gobierno de fracasar a la hora de hacer frente a la situación y ha pedido ayuda a la comunidad internacional. "Hacemos completamente responsable al Gobierno del brote", ha afirmado el Partido Nacional de la Umma en un comunicado.
"Instamos a la sociedad civil y la Organización Mundial de la Salud a ayudar a la población de Kassala", recoge el texto.