MADRID 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una nueva evidencia publicada este miércoles en 'European Heart Journal' demuestra que los médicos que tratan de detectar irregularidades en los latidos (conocidas como arritmias), centrándose en el ventrículo izquierdo del corazón, o en el derecho mientras un atleta está en reposo, se perderá importantes signos de disfunción del ventrículo derecho que sólo se pueden detectar durante el ejercicio y que podrían ser fatales.
Algunos atletas que participan en el deportes de resistencia, como correr maratones, triatlones o ciclismo alpino, pueden desarrollar irregularidades en sus latidos del corazón que, en ocasiones, provocan la muerte súbita. Los resultados tienen importantes implicaciones clínicas, ya que, en la actualidad, las evaluaciones rutinarias de los atletas con sospecha de arritmias a menudo suponen mirar el corazón mientras se está en reposo, centrados en el ventrículo izquierdo.
Investigaciones anteriores de los profesores Hein Heibuchel y André La Gerche ya habían demostrado que la delgada pared del ventrículo derecho del corazón, que bombea sangre a los pulmones, se somete a muchas mayores tensiones durante el esfuerzo que el ventrículo izquierdo, y que el ejercicio prolongado está asociado con daño temporal al ventrículo derecho.
En este nuevo estudio, el profesor de La Gerch,e profesor asociado y jefe de Cardiología Deportiva en 'Baker IDI Heart and Diabetes Institute', en Melbourne, Australia, y colegas de Australia y Bélgica han encontrado que los problemas en la forma en que funciona el ventrículo derecho se manifiestan sólo durante el ejercicio y no se pueden detectar cuando un atleta está en reposo. "No se puede probar un coche de carreras sentado en el garaje. Del mismo modo, no se puede evaluar el corazón de un atleta hasta que se examina bajo el estrés del ejercicio", apunta La Gerche.
Los científicos probaron el rendimiento de los corazones de 17 atletas con arritmias ventriculares derechas, ocho de los cuales tenían un desfibrilador cardiaco implantable (ICD, por sus siglas en inglés) para controlar el ritmo de su corazón, diez atletas de resistencia sanos y siete no atletas. Utilizaron varias técnicas de imagen diferentes para ver el corazón en reposo y durante el ejercicio; algunas de ellas invasivas, como la resonancia magnética cardiaca combinada con catéteres insertados en los vasos sanguíneos para medir presiones, y otras no, como la ecocardiografía, que utiliza ultrasonido.
Estos expertos encontraron que las mediciones de lo bien que el corazón estaba funcionando cuando los atletas estaban descansando fueron similares en los tres grupos, igual que la función ventricular izquierda durante el ejercicio. Sin embargo, las mediciones tomadas mientras los participantes estaban haciendo deporte mostraron cambios en el funcionamiento del ventrículo derecho en los atletas que se sabe que tienen arritmias en comparación con los otros dos grupos.
"Al medir la presión de la sangre en los pulmones y el cuerpo durante el ejercicio, hemos demostrado que el lado derecho del corazón tiene que aumentar su trabajo más que el lado izquierdo del corazón. Por lo tanto, el lado derecho del corazón es un potencial 'eslabón débil' en los atletas. En los atletas sanos normales, el lado derecho del corazón era capaz de gestionar el aumento del trabajo requerido. En los atletas con arritmias, el lado derecho del corazón era débil durante el ejercicio, sin poder manejar el aumento del trabajo, y pudimos detectar problemas con precisión que no eran evidentes en reposo", explica La Gerche, también profesor visitante en la Universidad de Lovaina, Bélgica.
"La disfunción del ventrículo derecho durante el ejercicio sugiere que hay un daño en el músculo cardiaco. Este daño está causando tanto problemas de debilidad como del ritmo cardiaco. Aunque la debilidad es leve, los problemas del ritmo cardiaco son potencialmente peligrosos para la vida", añade.
La Gerche encontró que había pocas diferencias entre los distintos métodos de imagen en su capacidad para detectar disfunción ventricular derecha y que la ecocardiografía no invasiva podía detectar con precisión los cambios. En su artículo, los autores escriben: "Teniendo en cuenta la disponibilidad generalizada y el costo-efectividad de la ecocardiografía, es un hallazgo importante. Aunque un enfoque para medir el ventrículo derecho no es una práctica común, las medidas empleadas en este estudio son relativamente simples y podrían ser fácilmente incluidas en la rutina clínica".
El profesor La Gerche señala: "La ecocardiografía durante el ejercicio se puede utilizar para evaluar la función del corazón de la manera en la que lo hemos hecho. El único problema es que no podemos conseguir buenas fotos con la ecocardiografía en todo el mundo, mientras que siempre es posible obtener buenas imágenes por resonancia magnética. Como la resonancia magnética cardiaca se vuelve más y más convencional, creemos que esto se convertirá en la prueba de elección".
Ahora los investigadores están utilizando las mismas técnicas, pero sin catéteres invasivos, para evaluar a más atletas. "Será importante validar este estudio en un grupo más grande de atletas y en atletas que se presentan por primera vez en los que aún no está claro si su problema es grave", añade La Gerche.
Sin embargo, este experto cree que sus hallazgos podrían influir en la práctica clínica. "Estos resultados deben estimular a los cardiólogos que tratan a los atletas a prestar mayor atención al lado derecho del corazón. Las pruebas que describimos están listas para su uso clínico en este momento y no son demasiado difíciles. Se trata simplemente de un caso de no encontrar a no ser que se mire".