¿Son eficaces las estrategias compensatorias en personas con autismo?

Niño, autismo, campo, aire libre.
Niño, autismo, campo, aire libre. - GETTY//NOBLIGE - Archivo
Publicado: miércoles, 24 julio 2019 14:22

   MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Las estrategias compensatorias en personas con autismo mejoran la integración social de los pacientes pero perjudican la salud mental y, además, pueden retrasar el diagnóstico, según ha sugerido un estudio llevado a cabo por expertos del King's College London (Reino Unido) y que ha sido publicado en la revista 'The Lancet Psychiatry'.

   El trastorno del espectro autista se caracteriza por deficiencias en la comunicación social y por conductas repetitivas y restringidas. De hecho, existe una comprensión limitada de por qué algunas personas autistas parecen ser neurotípicas en sus comportamientos, a pesar de tener dificultades o diferencias cognitivas relacionadas con el autismo.

   En este sentido, la compensación es un proceso de adaptación mediante el cual se generan nuevos comportamientos para evitar resultados negativos, por lo que es diferente del enmascaramiento, donde se ocultan o detienen presuntos comportamientos indeseables. En el caso de los pacientes con autismo, pueden usar la experiencia o la lógica del pasado para responder a situaciones sociales para aumentar las oportunidades y "encajar" en la sociedad, si bien continúan siendo autistas a nivel neurocognitivo.

   "Este estudio resalta que la compensación es una respuesta adaptativa a las presiones sociales externas. Un hallazgo que está en línea con la investigación de que las personas autistas son, a pesar del impacto negativo en su bienestar, impulsados a cumplir con las expectativas de comportamiento de la sociedad", han explicado los investigadores.

   En el estudio han participado 136 adultos, de los cuales 58 tenían un diagnóstico clínico, 19 se autoidentificaron sin un diagnóstico formal y 59 no fueron diagnosticados o autoidentificados, pero informaron dificultades sociales. El trabajo examinó qué estrategias compensatorias utilizaron los participantes, si las herramientas utilizadas fueron similares en las personas diagnosticadas y no diagnosticadas, y cómo las estrategias compensatorias afectaron el diagnóstico.

   Asimismo, se pidió a los participantes que autoinformaran de sus rasgos autistas completando un cuestionario de diez ítems y una serie de preguntas abiertas sobre sus estrategias de compensación social. También informaron sobre el éxito y el cansancio de sus estrategias, y la probabilidad de que las recomendaran a otras personas con dificultades sociales.

   Las estrategias utilizadas por personas con y sin un diagnóstico de autismo fueron el enmascaramiento del comportamiento, como retener los pensamientos verdaderos o suprimir los comportamientos atípicos; las compensaciones superficiales y profundas, como planificar y ensayar conversaciones o aprender reglas sobre comportamientos verbales y no verbales; y las estrategias de adaptación, tales como salir de su camino para ayudar.

   En este se sentido, los expertos observaron que las pautas poco profundas, como reírse después de las bromas, eran comunes en los participantes que informaron más rasgos autistas y estaban vinculados a las consecuencias negativas de la compensación.

   Los participantes usaron también sus habilidades intelectuales y de planificación para regular el comportamiento social y seguir las normas sociales, mantener contacto visual, planear las sutilezas sociales, hacer preguntas a otros sobre sí mismos y cambiar entre reglas sociales. Estas estrategias fueron más difíciles cuando estaban distraídos o estresados, aunque no redujeron sus dificultades cognitivas sociales internas.