MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El grupo cooperativo de investigación oncológica, SOLTI, ha reivindicado, con motivo del Día Mundial del Cáncer, la necesidad de mantener los programas de cribado y la vacunación a los pacientes oncológicos de mayor riesgo.
En este sentido, han recordado que la pandemia de la Covid-19 ha demorado los diagnósticos de nuevos casos de cáncer a escala mundial y, en el caso concreto de España, la mayor consecuencia observada es el incremento significativo de los diagnósticos en estadios más avanzados de le enfermedad, III-IV con metástasis al debut.
Asimismo, durante este último año en los hospitales españoles ha habido un descenso de hasta un 20% en el diagnóstico de nuevos casos de cáncer. De cada 100 pacientes que un hospital diagnosticaba, se han dejado de diagnosticar 20, que son pacientes que ahora mismo tienen la enfermedad y no lo saben o lo sabrán dentro de unos meses.
Esta es una de las principales consecuencias de la pandemia, el retraso en los programas de cribado de cáncer, aunque, aseguran los expertos, "en la segunda y tercera ola no se han parado ni el cribado ni las cirugías oncológicas como ocurrió en la primera".
Un primer análisis indica que el retraso se debió, en primer lugar, a una sobresaturación de los profesionales dedicados, casi en exclusiva, a cubrir necesidades por la COVID y, en segundo, al miedo generalizado de la población a salir de casa. El resultado, apunta el doctor Aleix Prat, presidente de SOLTI, "nos plantea un escenario complicado éste y los próximos años porque los diagnósticos se realizarán en fases más avanzadas, con peores pronósticos y una mortalidad más elevada".
Por su parte, la vicepresidenta de SOLTI, la doctora Eva Ciruelos, oncóloga del Hospital 12 de Octubre de Madrid, confía en que a "lo largo del 2021 tengamos acceso a las vacunas y se consiga la inmunidad colectiva".
"Espero también, que a lo largo de este año, recuperemos la normalidad en los hospitales de día y en las consultas oncológicas y se restauren los programas de detección de precoz de cáncer de mama, por supuesto, que se recupere la actividad normal de los quirófanos que a día de hoy están al 50% de rendimiento. Tengo toda la esperanza puesta en la ciencia como no podría ser de otra forma", explica.
Por esto, ahora "es fundamental priorizar las cirugías oncológicas y la asistencia a los tratamientos y a los ensayos clínicos manteniendo todas las medidas de seguridad y precaución que hemos aprendido en los últimos meses", apunta la doctora Cristina Saura, oncóloga del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y vocal de la Junta Directiva de SOLTI.
VACUNACIÓN A LOS PACIENTES CON CÁNCER
En concreto, una de las acciones que se recomienda abordar es priorizar la vacunación de los enfermos oncológicos, sobre todo aquellos con mayor riesgo de contagiarse, es decir, en tratamiento activo, cáncer avanzado y/o diagnóstico de cáncer en el último año. De su totalidad, son especialmente susceptibles a la enfermedad grave por COVID-19 los pacientes con cáncer de pulmón y cáncer hematológico.
En consecuencia, habría que distinguir a éstos de los pacientes con antecedentes de cáncer de años atrás o largos supervivientes sin tratamientos inmunosupresores. Con esta distinción se aseguraría el acceso a la vacunación a los de mayor riesgo.
En este contexto, la función de los oncólogos es asegurar que los pacientes estén informados sobre la seguridad y la eficacia de las vacunas y su capacidad para desarrollar una respuesta inmune, así como determinar el mejor momento para vacunarles.
Aunque todavía no se dispone de datos prospectivos, apunta la doctora Meritxell Bellet, oncóloga del Hospital Vall d'Hebron y vocal de SOLTI "podemos anticipar que con la vacuna de la COVID veremos una efectividad y respuesta inmune suficiente para un gran número de pacientes con cáncer en base a la experiencia con otras vacunas como la de la gripe".