MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Sólo el 10 por ciento de la población conoce o dice conocer las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) en España, tal y como ha informado el presidente de la Federación Española del Corazón (FEC), el doctor Carlos Macaya, durante la presentación de la campaña 'Late Madrid'.
La iniciativa, que tiene como lema 'Si un corazón se para, mueve el tuyo' y que cuenta con la colaboración de la Fundación Philips, pretende sensibilizar y educar a la sociedad sobre la cardioprotección en espacios públicos, un asunto que "preocupa a toda la ciudadanía", según ha especificado el deportista olímpico y embajador de la campaña, Chema Martínez.
"La gente no sabe cómo actuar o reaccionar en caso de parada cardíaca", ha añadido. De las 300.000 paradas cardíacas o muerte súbita que tienen lugar en España anualmente, sólo el 11% sobrevive. Es "un problema que se puede solucionar si estamos bien informados. Una persona que sepa cómo actuar puede salvar una vida", ha abundado el atleta.
La colaboración ciudadana se vuelve fundamental, según el presidente de la FEC. Hay que "formar a la ciudadanía en identificar la parada cardíaca y resucitar a la persona", ha señalado. La iniciativa también quiere aumentar este porcentaje para que alcance las tasas de resucitación "de los países nórdicos, del 25 al 30 por ciento", según Macaya
Un autobús recorrerá 19 municipios madrileños a lo largo del mes de junio, ofreciendo a la población información sobre salud cardiovascular y talleres de resucitación cardiopulmonar y desfibrilación.
Sin embargo, la campaña "pretende ser inclusiva y aunar a la mayor cantidad posible de empresas, instituciones y organismos públicos", tal y como ha indicado la coordinadora de proyectos de la Fundación Philips. Asimismo, también se pretende que sea extensible a todas las Comunidades Autónomas.
Además de la RCP, la presencia de desfibriladores en sitios públicos es una medida que trabaja de forma eficaz en este sentido. Si no se actúa en 10 minutos, la parada cardíaca se vuelve definitiva. Cada minuto que transcurre sin la intervención de un desfibrilador que recupere el ritmo normal del corazón, reduce un 10 por ciento la probabilidad de supervivencia sin secuelas.
LA PRESENCIA DE DESFIBRILADORES EN LUGARES PÚBLICOS
"España es de los países que menos desfibriladores dispone en la calle y lugares públicos", ha manifestado el doctor Macaya. No obstante, en septiembre de 2017 una normativa del Ayuntamiento de Madrid estableció la obligatoria presencia de estos aparatos en lugares públicos y concurridos.
La instalación de columnas con desfibriladores en lugares estratégicos, como polideportivos, estaciones de metro, autobuses, centros comerciales o aeropuertos es uno de los hitos del SAMUR-PC y el Ayuntamiento de Madrid, según ha explicado la adjunta al Departamento de Operaciones de SAMUR-PC, la doctora Beatriz Rodríguez Esplandiu.
"Al descolgar el desfibrilador de la columna, que está geolocalizada, se llama automáticamente al SAMUR-PC, que pasa la llamada al SAMUR y se pone en comunicación con el contacto del lugar en cuestión para estos menesteres.
Este sistema hace que la respuesta a estas situaciones sea mucho más rápida y eficaz, lo que se refleja en los datos. Un 25 por ciento de las paradas cardíacas se recuperan completamente en Madrid, tal y como ha clarificado la doctora Rodríguez.
El otro objetivo del SAMUR es una formación "a la última", según la doctora Rodríguez, de trabajadores y voluntarios del servicio, que aplican las modificaciones que se muestran más eficaces según se hacen estudios en este sentido.
La formación se extiende de esta manera hacia colectivos que pueden ser testigos de excepción en estos episodios, como la policía, personal de seguridad y bomberos. En última instancia, la formación en cardioprotección se extiende a la población general.
"En 25 años de formación de Protección Civil a la ciudadanía se ha formado a 300.000 personas, un 9% de la población general", ha subrayado la adjunta al Departamento de Operaciones de SAMUR-PC.
En este contexto, Chema Martínez ha hecho hincapié en que la formación en protección cardiovascular comience desde la infancia.