MADRID 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Sólo el 29 por ciento de los pacientes renales menores de 65 años se vacuna, según los datos de vacunación antigripal de la temporada 2011-2012 registrados por el Grupo de Estudio de la Gripe (GEG) a través del Gripómetro. Se trata de un porcentaje muy bajo si se tiene en cuenta que el objetivo mínimo marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un 75 por ciento.
Por esta razón, el Consenso 2012 de Vacunación de los grupos de riesgo frente al virus de la gripe, elaborado por diversas sociedades científicas españolas, entre ellas la Sociedad Española de Nefrología (SEN), y el GEG, ha solicitado fomentar la ampliación de la cobertura vacunal antigripal a todas las personas con enfermedad renal, en consonancia con las guías clínicas de la SEN.
"Los pacientes con enfermedad renal crónica suelen tener un cierto grado de inmunosupresión, especialmente las personas con trasplante de riñón, lo que condiciona una mayor sensibilidad, los hace más vulnerables al virus de la gripe y aumenta el riesgo de complicaciones", ha comentado el vocal de la Junta Directiva de la SEN y jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda de Madrid, José Portolés.
Además, estos pacientes en diálisis presentan una edad avanzada y una alta tasa de comorbilidad añadida, a lo que hay que sumar una tasa elevada de hospitalización que se estima en torno a un episodio al año.
"El objetivo es que la vacunación en los grupos de riesgo como el de los pacientes renales se convierta en rutinaria y que ningún paciente manifieste complicaciones de su enfermedad o desarrolle otras patologías por no haber sido informado de su riesgo en caso de contraer gripe ni haya sido inmunizado frente a ella", ha comentado el coordinador del Grupo de Estudio de la Gripe y jefe de Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto (Bilbao), Ramón Cisterna.
Y es que, según los datos del último Gripómetro, de los pacientes renales que se vacunaron en la campaña 2011-2012, un 73 por ciento decidió hacerlo gracias a las recomendaciones de terceras personas, mientras que un 24,8 por ciento pidió la vacuna por convicción propia.
"Estos datos reflejan que se hace más necesaria la implicación activa de todos los profesionales sanitarios, no solo los médicos de Atención Primaria, para que informen y recomienden la vacunación a todos los pacientes con un riesgo alto de contraer la gripe. Y en paralelo, los propios pacientes también deben pedir a sus facultativos de forma proactiva la vacuna antigripal", ha concluido Cisterna.