MADRID 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG) ha insistido en la importancia de acudir a revisiones urológicas periódicas a partir de los 50 años para poder detectar de forma precoz el cáncer de próstata, pues esto facilita la supervivencia de los pacientes, que llega a alcanzar el 90 por ciento cuando la enfermedad se diagnostica en fase localizada.
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres, con una previsión de 32.188 nuevos diagnósticos durante este año, según el informe 'Las cifras del cáncer' publicado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Según SOGUG, esta cifra es muy similar a la de nuevos diagnósticos en cáncer de mama, pero el de próstata tiene mucha menos visibilidad entre la población, teniendo además en cuenta que uno de cada siete hombres padecerá la enfermedad.
Por ello, desde el grupo han insistido en la importancia de que aquellos hombres que superen los 50 años acudan de forma periódica al urólogo para detectar a tiempo una enfermedad que, en la actualidad, es responsable de cerca del 10 por ciento de las muertes por cáncer, solo por detrás de los tumores de pulmón y de colon.
"Aunque el cribado poblacional en cáncer de próstata es un tema controvertido, a partir de los 50 años se considera que los hombres están en situación de riesgo, por lo que deberían realizarse revisiones de próstata rutinarias y acudir al urólogo para exploración y análisis de PSA (antígeno prostático específico, por sus siglas en inglés)", ha señalado la presidenta de SOGUG y coordinadora de la Unidad de Tumores genitourinarios del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro, Aránzazu González del Alba.
Además, en casos en los que haya antecedentes familiares o una mutación en genes de predisposición al cáncer como BRCA1 y BRCA2, los expertos recomiendan el cribado temprano, iniciando las revisiones periódicas a los 40 años. En estos casos, además, como recalca González del Alba, "lo más recomendable es remitir a estos varones a una Unidad de Cáncer Hereditario de las múltiples que hay distribuidas en los Servicios de Oncología Médica a nivel nacional, para asesoramiento del riesgo de desarrollar cáncer y estudio genético si está indicado".
Aunque uno de los obstáculos para el diagnóstico precoz de la enfermedad es que esta no presenta síntomas específicos que diferencien el cáncer de otras patologías benignas de la próstata, los especialistas han precisado que los síntomas más frecuentes son la dificultad o la urgencia para orinar, el aumento de la frecuencia en que se orina, la incontinencia, la detección de sangre en la orina o el semen o la impotencia.
AVANCES TERAPÉUTICOS
El SOGUG ha destacado que, en la última década, se han realizado múltiples avances terapéuticos en cáncer de próstata que han impulsado un mejor manejo de la patología. Así, en enfermedad localizada, tanto la cirugía (prostatectomía) como la radioterapia son opciones cualitativas en combinación con el tratamiento hormonal en los casos de riesgo intermedio-alto.
Mientras, en enfermedad metastásica, que presentan alrededor del siete por ciento de los pacientes desde que son diagnosticados, se dispone del tratamiento prínceps, una terapia hormonal que consiste en la supresión de andrógenos o castración, gracias a la cual se consiguen remisiones de la enfermedad en prácticamente la totalidad de los casos.
Asimismo, González del Alba ha subrayado que "las novedades terapéuticas como en otros tumores sólidos vienen de la mano de la investigación activa en cáncer de próstata que se está desarrollando en diferentes Servicios de Oncología Médica en nuestro país, siendo numerosos los ensayos clínicos que evalúan nuevas moléculas y nuevos abordajes en esta enfermedad".
A este respecto, ha hecho alusión a la aparición de fármacos dirigidos a nuevas dianas moleculares, como los inhibidores de la enzima PARP, ya disponibles para tratamiento, que han mostrado una mejora en la supervivencia en cáncer de próstata en aquellos pacientes que presentan alteraciones en la vía reparadora del ADN, fundamentalmente mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.
En cuanto a los retos que presenta el abordaje de la enfermedad, la doctora se ha referido a la puesta en marcha de unidades de abordaje multidisciplinar desde etapas tempranas, con una colaboración entre urólogos, oncólogos médicos, oncólogos radioterápicos, radiólogos, patólogos, médicos nucleares o geriatras, entre otros.
"El manejo multidisciplinar y su implantación en la totalidad de los centros hospitalarios del territorio nacional permitirá al paciente acceder a la mejor opción terapéutica en cada momento de su enfermedad", ha subrayado.
Por otra parte, desde el SOGUG han abordado el gran impacto que supone el diagnóstico de cáncer para pacientes y familiares. En este punto, han advertido de los escasos recursos de apoyo que existen en centros hospitalarios y han reconocido el papel que tienen las asociaciones de pacientes en este sentido, ya que ofrecen información, asesoramiento y apoyo psicológico en los casos en los que es necesario.
Otro de los puntos importantes que destacan desde SOGUG es la importancia de que los pacientes con cáncer de próstata mantengan unos hábitos saludables, dado que esto tiene un impacto positivo en la reducción de efectos adversos de los tratamientos. Por ello, han apuntado a los programas de intervención nutricional y de ejercicio físico que impulsan en la actualidad desde el grupo.