MADRID 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
El término enfermedad neuromuscular (ENM) engloba una amplia gama de diagnósticos diferentes con niveles de discapacidad muy variables, incluso en personas con el mismo diagnóstico, por lo que "es difícil hacer recomendaciones específicas que se puedan aplicar de manera generalizada", sin embargo la Sociedad Mundial en Enfermedades Musculares ha enumerado algunos consejos a tener en cuenta para prevenir y tratar a estos pacientes ante un posible contagio por coronavirus.
Los documentos definen el riesgo de un curso severo de Covid-19 como alto o moderadamente alto en todas las formas excepto en formas más leves de ENM. Por tanto, además de la recomendaciones que se han dado apara la población general, se aconseja una separación de distancia de más de dos metros; y que los cuidadores sean internos, si es posible.
Además, los cuidadores que deban acudir al domicilio del paciente de manera inevitable (por ejemplo, personal de apoyo para la asistencia respiratoria) deben usar mascarillas faciales y equipos de protección individual (EPI) adecuados de acuerdo con la orientación oficial actualizada, para evitar la transmisión del virus.
Al mismo tiempo, se desaconseja la fisioterapia a domicilio, sin embargo, los fisioterapeutas deben proporcionar consejos sobre cómo mantener la actividad física de forma remota, por teléfono o enlace de video. Y los pacientes deben asegurarse de tener un suministro adecuado de medicamentos y de equipos de soporte ventilatorio durante un período de aislamiento prolongado (suministro de al menos 1 mes).
Los pacientes con Distrofia muscular de Duchenne (DMD) en tratamiento con corticoides deben continuar su medicación. Los esteroides nunca deben suspenderse repentinamente, y puede llegar a ser necesario aumentar la dosis de esteroides si el paciente no está bien. Mientras que los inmunosupresores en miopatías inflamatorias, Miastenia Gravis y neuropatías no deben suspenderse, excepto en circunstancias específicas y de acuerdo con el especialista neuromuscular.
Las necesidades de aislamiento pueden afectar algunos tratamientos que requieren procedimientos hospitalarios (por ejemplo, nursinersen (Spinraza), alglucosidasa alfa (Myozyme), inmunoglobulina intravenosa (IVIg) e infusiones de rituximab o tratamientos relacionados con ensayos clínicos). Por lo general, estos tratamientos no deben suspenderse, pero siempre que sea posible, debería intentarse realizarse en entorno no hospitalario (enfermeras domiciliarias o de extensión), para lo cual se puede negociar la cooperación de las empresas farmacéuticas. En el caso de las IgIV se puede cambiar por inmunoglobulina subcutánea siempre que sea posible. Los centros que realizan ensayos clínicos deben obtener asesoramiento sobre ensayos clínicos.
Por otro lado, destaca que la admisión hospitalaria impaciente o ansiosa debe ser evitada en lo posible, pero no debe ser pospuesta cuando sea necesaria. "Esto puede ser una decisión difícil", advierten.
En cuanto a los actuales tratamientos contra el coronavirus recuerda que numerosos tratamientos específicos para Covid-19 están bajo investigación. Algunos de estos pueden afectar la función neuromuscular de manera significativa: por ejemplo, la cloroquina y la azitromicina son poco seguros en la Miastenia Gravis, excepto cuando se tiene soporte ventilatorio disponible.