Los profesionales sanitarios que no se vacunan ponen en riesgo a los pacientes frágiles y reducen su productividad, por lo que podrían dejar de pagarles
MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), Pedro Gil Gregorio, ha propuesto este martes penalizar a los profesionales sanitarios que no se vacunen de la gripe, ya que negándose a protegerse no sólo ponen en riesgo la salud de la población más frágil, sino que reducen su productividad laboral.
"Hay fórmulas que a mi se me ocurren para hacer que el personal sanitario se vacune. Por ejemplo, ahora estábamos hablando de productividad: si usted no se vacuna está poniendo en riesgo su productividad y por lo tanto, yo puedo dejar de pagarle la productividad", ha expuesto Gil Gregorio durante la presentación de la campaña informativa para la población general 'Este año sin excusas, vacúnate'.
"A lo mejor hay que obligarles por ese camino: si estoy poniendo en manos de usted algo (la vacunación) que al hospital le va a ahorrar dinero, pero usted no cumple, igual tenemos que hacer algo al respecto con parámetros económicos, que a lo mejor eso la gente los empieza a entender", dice.
La propuesta de Gil Gregorio, jefe de Geriatría del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, está en la línea de la lanzada la semana pasada por el presidente del Consejo General de Colegios de Enfermería, Máximo González Jurado, quien defiende que la vacunación obligatoria para médicos y enfermeros.
Según este experto, los profesionales sanitarios que no se vacunan de la gripe están ayudando a propagar entre los más vulnerables una enfermedad por la que, globalmente, mueren cada año en España entre 2.800 y 3.000 personas. Sólo el pasado año, señala, se produjeron 1.618 casos graves de personas hospitalizadas y 190 fallecimientos, el 77 por ciento de personas mayores de 45 años.
REDUCIR EL ABSENTISMO LABORAL
Además, según el doctor Primitivo Ramos Cordero, coordinador médico-asistencial del Servicio Regional de Bienestar Social de la Comunidad de Madrid, vacunarse contra la gripe haría ahorrar "hasta entre un 41 y un 45 por ciento de los días laborables perdidos como consecuencia de esta enfermedad". "Son cifras que, a cualquier colectivo, invitan a la vacunación", asevera.
Según recuerda Ramos Cordero, "en la campaña de la gripe estacional 2009-2010 se vacunaron menos un 30 por ciento de los profesionales sanitarios". "Estas cifras fueron incluso menores durante la pandemia de gripe de 2009, cuando se situaron entre el 11 y el 15 por ciento, según la comunidad autónoma, llegando en algunas al 10 por ciento", ha apuntado este experto, miembro del grupo de vacunas de la SEGG.
Este mal ejemplo de los profesionales es uno de los factores por los que la vacunación global en España es "muy baja", según este experto. De hecho, según recuerda, "durante el último año sólo se vacunó contra la gripe el 56 por ciento de la población, a pesar de que, entre 2005 y 2006, se había llegado al 70 por ciento de cobertura vacunal, un porcentaje más cercano al 75 por ciento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para los países desarrollados".
A su entender, esta negativa de los profesionales sanitarios a vacunarse contra la gripe es "caprichosa", comenzó con la situación de incertidumbre sobre la seguridad y eficacia de las vacunas que se generó tras la pandemia de gripe de 2009 y se mantiene a base de "excusas" sin base científica, como que la vacuna antigripal no protege bien o que puede provocar efectos adversos.
SIN EXCUSAS CONTRA LA VACUNACIÓN
"La vacuna antigripal protege a entre el 70 y el 90 por ciento de los adultos vacunados, siempre que las cepas de la vacuna coincidan con las cepas que circulan en esa temporada. Aunque es cierto que en personas mayores la protección es más baja, no es nada despreciable, tiene una efectividad del 70 por ciento, siempre que se usen las nuevas vacunas, de acción inmune más potente y continuada", aclara.
Según dice, "las vacunas de la gripe reducen en un 80 por ciento las infecciones gripales y en un 28 por ciento las posibles infecciones respiratorias --como bronquitis o neumonía-- y en un 50 por ciento la mortalidad global que se produce a causa de la gripe y de sus complicaciones asociadas".
Asimismo, añade, "no presentan efectos secundarios, salvo en un 5 por ciento de casos excepcionales, en los que se produce un enrojecimiento o tumefacción en el punto de aplicación que desaparece en unas 24 ó 48 horas. "La seguridad de las vacunas actuales de la gripe --ha insistido el experto-- es muy alta".
Además, son "escasísimas sus contraindicaciones", que sólo afectan a los alérgicos a las proteínas del huevo (albúmina) y a los pacientes que hayan sufrido el Síndrome de Guillain-Barré en anteriores vacunaciones. En estos últimos, dice el experto, habría que valorar el beneficio-riesgo de esta vacunación.