MADRID 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) ha señalado la importancia del abordaje de la hipercolesterolemia familiar en la población pediátrica, con tratamientos como los fármacos alirocumab y evinacumab, autorizados recientemente para tratar la enfermedad en la edad pediátrica.
Por un lado, alirocumab puede prescribirse a pacientes mayores de ocho años con HF, como complemento a una dieta adecuada o a la estatina. Alirocumab bloquea la proteína PCSK9, favoreciendo el reciclaje del receptor LDL y aumentando la captación hepática del colesterol circulante.
Este fármaco está recomendado para aquellos pacientes que no consiguen alcanzar sus objetivos de colesterol LDL con estatinas o son intolerantes a las mismas. En estos casos, Alirocumab puede prescribirse en monoterapia o en combinación con otros tratamientos hipolipemiantes.
Por otro lado, evinacumab está aprobado para pacientes a partir de los cinco años y para adultos con HF homocigota (HFho), como complemento a una dieta saludable o a otros tratamientos hipolipemiantes. Es un anticuerpo monoclonal que se administra de forma endovenosa cada cuatro semanas y que bloquea la proteína ANGPL3, consiguiendo una reducción del colesterol LDL de entre el 48-50 por ciento.
Es importante destacar que evinacumab tiene también efecto importante en pacientes con HFho, lo que supone una novedad terapéutica de alto interés pues las opciones de tratamiento para estos pacientes son muy limitadas. La HFho es una forma especialmente severa que puede producir lesiones coronarias graves incluso en la primera década de la vida.
La SEA pone a la disposición de toda la población casi 100 Unidades de Lípidos repartidas por todo el territorio nacional, especializadas en el tratamiento de las dislipemias y a las cuales poder acudir para cualquier tipo de consulta sobre salud cardiovascular.
Uno de los grandes retos respecto a la HF es la detección precoz de la enfermedad, que está claramente infradiagnosticada. Sin diagnóstico ni tratamiento adecuados, la HF ocasiona una alta tasa de complicaciones cardiovasculares. Los casos no detectados tienen una probabilidad muy elevada de sufrir una complicación cardiovascular grave.
La infancia es el momento óptimo para la detección temprana y para iniciar medidas terapéuticas: cambios de estilo de vida y, en algunos casos, tratamientos. El doctor Francisco J. Fuentes Jiménez, de la Unidad de Lípidos y Arteriosclerosis del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, defiende que "el cribado debe hacerse en el período neonatal".
Para ello, el experto está realizando un estudio que "es un proyecto piloto que pretende definir cuál es el perfil lipídico normal del recién nacido hasta el lactante de un año de vida". De esta manera, se podría "calcular el porcentaje de colesterol por encima del cual estaría indicado hacer un estudio genético a los pacientes pediátricos para identificar de forma precoz los casos de HF".