Es necesario controlar periódicamente en estos pacientes el nivel de sobrecarga férrica, según expertos
MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La sobrecarga de hierro y la dependencia transfusional condicionan la supervivencia de los pacientes con síndromes mielodisplásicos primarios, según un estudio español, que ha demostrado, por primera vez, que cuando estos pacientes desarrollan una sobrecarga de hierro tienen un mayor riesgo de muerte y de evolución a leucemia mieloide aguda.
La mediana de supervivencia de los pacientes dependientes de transfusión en el diagnóstico, así como de los pacientes dependientes de transfusión durante la evolución de la enfermedad y los no dependientes de transfusión fue de 19, 60 y 96 meses respectivamente, tanto según el Índice Pronóstico Internacional (IPSS) como el Índice Pronóstico Mundial (WPSS).
"Esta diferencia en supervivencia demuestra, por tanto, la relación de la dependencia transfusional y la sobrecarga de hierro", advierte el jefe de Sección de Hematología Clínica del Servicio de Hematología del Hospital La Fe de Valencia y principal investigador del estudio, el doctor Guillermo Sanz.
"En consecuencia, se pone de manifiesto la necesidad no sólo de tratar esa sobrecarga, sino de establecer un nuevo Índice Pronóstico que incluya también la aparición de dependencia transfusional y de sobrecarga de hierro como parámetros a la hora de ajustar mejor el tratamiento de los pacientes con síndrome mielodisplásico en función de su riesgo de evolución a leucemia y de supervivencia", añade Sanz.
A día de hoy, el Índice Pronóstico Internacional (IPSS) sólo incluye la presencia de determinadas anomalías genéticas, la cantidad de blastos en la médula ósea y el número y gravedad de la reducción de células sanguíneas que se produce como consecuencia de la enfermedad.
Por otra parte, incide en que "el hierro es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los pacientes con síndromes mielodisplásicos, cuyo tratamiento requiere transfusiones de sangre con frecuencia, y en las que es importante tratar la sobrecarga de hierro como un posible riesgo asociado, ya que si el hierro no se elimina del organismo se acumula en diferentes tejidos como el hígado, produciendo fibrosis y cirrosis hepática, el páncreas, causando diabetes, o el corazón, dando lugar a miocardiopatías. Por tanto, se pone en riesgo la vida del paciente".
CONCENTRACIÓN ALTA DE HIERRO.
Los síndromes mielodisplásicos son un grupo de enfermedades que se caracterizan por la incapacidad de la médula ósea de producir células sanas debido a predisposiciones genéticas, quimioterapia previa, radiación, exposición a sustancias químicas tóxicas o infecciones víricas.
En palabras de la jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico San Carlos, la doctora Ana Villegas, "la anemia, junto a su principal manifestación, el cansancio, es el síntoma más frecuente, de forma que en el 80 por ciento de los casos se presenta esta circunstancia en el momento del diagnóstico. También en la evolución de la enfermedad pueden aparecer hemorragias o infecciones".
Mediante el tratamiento quelante, un agente se une al hierro del organismo y de los tejidos y ayuda a eliminarlo a través de la orina y/o de las heces. La duración del tratamiento quelante está en función de los requerimientos transfusionales, de la gravedad de la sobrecarga y de la eficacia del quelante, aunque en general esta terapia tiene que ser a largo plazo.
Aunque hay pacientes con síndrome mielodisplásico que antes de iniciar las transfusiones ya presentan unos depósitos altos de hierro debido a anomalías genéticas u otras causas, es tras 20 transfusiones cuando es evidente una concentración alta de hierro.
"Por ello, es necesario controlar periódicamente en estos pacientes el nivel de sobrecarga férrica. Lo habitual es realizar cada tres meses un análisis en el que se determina la concentración de ferritina sérica en el organismo, un marcador que aumenta o disminuye de manera similar al almacenamiento de hierro", indica Villegas.
No obstante, existe un procedimiento más preciso para la cuantificación del hierro que consiste en la realización de una biopsia del hígado. Sin embargo, este método esta siendo sustituido por otro que cada vez está adquiriendo más importancia y es la valoración del contenido de hierro en el hígado mediante una resonancia magnética.
"El contenido de hierro en el hígado es la prueba que aporta una medición más directa del contenido de hierro en el organismo. En un futuro su cuantificación mediante resonancia magnética será una prueba cada vez más importante y será concomitante con la medición de la ferritina", añade Sanz.
En los últimos años, el avance en el conocimiento de los síndromes mielodisplásicos ha repercutido en la mejora de los tratamientos frente a los mismos y está abriendo, en la actualidad, nuevos horizontes en su manejo.
Por ello, y para analizar los últimos progresos terapéuticos y resultados presentados durante el 50th Congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH) celebrado en San Francisco, hematólogos de toda España se dieron cita la semana pasada vía videoconferencia desde Barcelona, Bilbao, Las Palmas, Madrid, Málaga, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia y Zaragoza en la Reunión 'Síndromes Mielodisplásicos y Hemoglobinopatías ASH', organizada por Novartis.