MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Trento (Italia) han apuntado que el síndrome metabólico podría ser tratado con el fármaco ibrutinib, que se desarrolló originalmente para tratar enfermedades completamente diferentes, como el linfoma difuso de células grandes B como el linfoma de células del manto, la leucemia linfocítica crónica o la macroglobulinemia de Waldenstrm.
En su trabajo, publicado en la revista 'Nature Communications', los investigadores examinaron datos de fármacos existentes y, en particular, sus propiedades moleculares, a través de un nuevo algoritmo para comprobar si podían ser utilizados para tratar otras afecciones que son difíciles o imposibles de tratar. Esta técnica, conocida como reposicionamiento de fármacos, ya se ha utilizado en el pasado, pero se ha vuelto aún más eficaz hoy en día gracias a las nuevas tecnologías, que facilitan el análisis rápido y sistemático de una gran cantidad de datos.
Los investigadores probaron el nuevo algoritmo de búsqueda de nuevas terapias para tratar el síndrome metabólico, una enfermedad que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2 y que se caracteriza por la obesidad, niveles elevados de colesterol y/o triglicéridos, hipertensión arterial y diabetes. La enfermedad afecta a las personas mayores de 50 años, aproximadamente al 30 por ciento de la población masculina y al 35-40 por ciento de las mujeres. Se vuelve más común en las mujeres después de la menopausia.
Así, identificaron los genes mutados que son responsables de estas alteraciones y luego buscaron en las bases de datos farmacéuticas moléculas ya aprobadas que pudieran interactuar con las redes que estos genes crean en el tejido adiposo, el hígado y los músculos. Para llevar a cabo un estudio tan complejo, adoptaron un nuevo enfoque computacional que mide la 'distancia' entre las proteínas a las que se dirige el fármaco y las que se encuentran en las redes afectadas por la enfermedad.
Los resultados del análisis computacional fueron validados en larvas de pez cebra para confirmar la respuesta al medicamento. "Cuando probamos este medicamento en el laboratorio, vimos que el impacto devastador de la obesidad causada por una dieta alta en grasas podría ser limitado. El medicamento logró limitar la condición inflamatoria asociada con la acumulación de lípidos", explican.
Sin embargo, los investigadores puntualizan que sus datos son "solo el comienzo" y que "se requieren estudios más profundos y pruebas clínicas". "Pero demuestran que combinar la experiencia en el análisis de grandes datos y la capacidad de desarrollar modelos para la validación biológica puede impulsar la investigación sobre el cambio de uso de medicamentos", apostillan.