Expertos reclaman a la sanidad pública la implantación de unidades de linfedema en los hospitales de la red
MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El síndrome de la 'Clase Turista', que produce los que se denomina 'trombosis del viajero', afecta al 3 por ciento de las personas sanas que realizan vuelos de más de 4 horas, según han explicado expertos durante el XVIII Congreso Nacional del Capítulo Español de Flebología (CEF) en el marco del 56º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) que se celebra desde este jueves y hasta el próximo sábado en Madrid.
Esta patología venosa, asociada a los viajes y reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como riesgo global para la salud, presenta manifestaciones que varían desde molestias leves como edema, entumecimiento, hormigueo en miembros y cansancio en general, hasta otras más graves como trombosis venosa profunda y embolia pulmonar, que incluso pueden provocar la muerte.
"Entre las causas de este tipo de patología destacan la inmovilidad prolongada, compresión venosa por sedestación y alteraciones de la coagulación en relación con condiciones de presurización de cabina", señala el doctor Fidel Fernández.
En cuanto a su aparición, ha advertido que "no es exclusiva de los pasajeros que viajan en clase turista; puede aparecer en cualquier clase, ya que está más bien relacionado con las condiciones de la cabina (baja presión atmosférica, baja presión de oxígeno, baja humedad relativa) y sobre todo con la limitación prolongada de la movilidad y las alteraciones, conocidas previamente o no, de la coagulación".
Además, las personas con patologías o con mayor riesgo de sufrir problemas de obstrucción venosa tales como obesos, mujeres embarazadas, enfermos crónicos del corazón, pacientes tumorales y diabéticos son más vulnerables a sufrir esa dolencia.
No obstante, ha explicado que existe un dispositivo hinchable pensado para ser usado con los pies, que estimula el retorno venoso y favorece la circulación sanguínea, así como la microcirculación en la zona plantar, mediante la ejercitación física y el recreo de la acción de andar.
LAS VISITAS SE DUPLICA POR ICV
Por otra parte, los expertos reunidos en el congreso esta mañana han destacado que seis por ciento de las consultas de Atención Primaria son debidas a patologías vasculares, de las cuales el 90 por ciento lo son por insuficiencia venosa crónica, una patología que implica la existencia de una disfunción en el sistema venoso de las extremidades inferiores.
Esta patología, a tenor de los datos reflejados por una encuesta realizada entre médicos de familia, tiene una prevalencia del 17 por ciento. Aunque, tras analizar los datos, el doctor Rubén Peña Cortés ha indicado que existe un porcentaje de población que padece insuficiencia venosa crónica (ICV) no diagnosticada que varía entre el 17 y el 26 por ciento, además se ha observado que las primeras visitas al especialista se han duplicado en tres años.
Además, de mostrarse los resultados del macroestudio Delphi, se han revisado datos de estudio de atención y frecuentación en Atención Primaria, en Atención Especializada y los del registro de la SEACV desde los años 2002 a 2008 en relación a la ICV.
Estos datos reflejan, también, un aumento considerable del número de intervenciones de varices, siendo de 13.777 en 2002 a 27.878 en 2008. Además, según se desprende de la revisión del estudio, las primeras visitas al especialista por IVC han aumentado un 55 por ciento desde 2006 a 2008 (de 34.137 a 52.735).
Por otra parte, el Capítulo Español de Flebología (CEF),José Román Escudero, y la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) han reclamado a la sanidad pública la implantación de unidades de linfedema en los hospitales de la red, unidades que estén dotadas de equipos multidisciplinares que puedan proporcionar una atención sanitaria de calidad y ofrecer una atención integral en todos los aspectos médicos y psicosociales dentro de la sanidad pública.
Tal y como asegura Jaume Masiá, presidente electo de la SECPRE y cirujano plástico especializado en reconstrucción de mama y supramicrocirugía de linfedema, "el linfedema se ha convertido en una enfermedad que nadie quiere ver. Los diversos especialistas corrigen distintos aspectos de la enfermedad que, al final, acaba convirtiéndose en crónica. En no pocas ocasiones esto deriva con la persona afectada tratándose el linfedema en casa".
Desde esta perspectiva, Jaume Masiá reivindica junto a José Román Escudero, presidente del CEF, "la implantación de unidades de Linfedema en los hospitales, dotados de equipos multidisciplinares que puedan proporcionar una atención sanitaria de calidad y ofrecer una atención integral en todos los aspectos médicos y psicosociales dentro de la sanidad pública. Es crucial que se realice un diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la enfermedad en común".
Los especialistas sugieren, a su vez, que "se revisen algunas prácticas actuales que se utilizan como tratamientos que suponen un peligro o empeoramiento para la salud del enfermo, como son la prescripción indiscriminada de determinados fármacos o la mala utilización de los sistemas de presoterapia".
De igual modo, consideran que "la edad no debe ser motivo de exclusión en la valoración y tratamiento de la enfermedad ya que al tratarse de una patología crónica puede manifestarse en cualquier etapa de la vida".