MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Durante el verano se realizan más viajes familiares, pero desplazarse con niños supone tener más paciencia y tomar más precauciones, ya que ellos tienden a actuar dentro de espacios habituales, por lo que pueden reaccionar de forma inesperada ante los cambios. Por ello, la pediatra del centro de salud Contrueces-Vega (Gijón), Belén Aguirrezabalaga González, ofrece una serie de recomendaciones para realizar un trayecto de manera óptima.
Antes de comenzar el viaje, se debe revisar que los asientos estén adecuados a la edad del niño, así como los cinturones de seguridad. Además, los niños no deben ocupar los asientos delanteros y si se marean es conveniente llevar bolsas de plástico y evitar comidas copiosas antes del viaje. No se recomienda el uso de aparatos electrónicos, ya que fijar la mirada en un punto concreto incrementa la sensación de mareo.
Si se realizan viajes cortos en avión, los expertos aconsejan beber o masticar algo para combatir la sensación molesta en los oídos al despegar y aterrizar. Si los trayectos son más largos, es necesario llevar algo de bebida y estirarse cada cierto tiempo. Es indispensable viajar con la tarjeta sanitaria de los niños y cartilla de vacunas. Si la estancia es en el extranjero, hay que informarse de convenios en términos sanitarios en el país de destino.
Puede ser útil contratar un seguro general de viajes o un seguro especial en aquellos países donde los riesgos sanitarios son importantes. Asimismo, si se viaja a países internacionales, es importante programar con antelación el Certificado Internacional de Vacunación, con las vacunas obligatorias para destinos como los continentes africanos, sudamericano y para el sur de Asia. Si, además, el viaje es a un país tropical, conviene analizar qué tipo de enfermedades precisarán tratamiento farmacológico previo.
IMPRESCINDIBLES EN LA MALETA
Es aconsejable llevar en el equipaje el protector solar, resistente al agua con filtro solar superior a 15, así como evitar exposiciones prolongadas. También es importante llevar una sombrilla o buscar sitios a la sombra y no pueden faltar las gafas de sol con filtros UVA/UVB.
Durante los viajes es conveniente llevar ropa cómoda y holgada. Además, si se va a estar muy expuestos al sol, es recomendable llevar ropa de manga larga. En zonas donde haya muchos mosquitos es importante el uso repelentes debido a que son grandes transmisores de enfermedades contagiosas. Llevar un botiquín con imprescindibles como gasas, tiritas, antisépticos, antitérmicos, etc, puede solucionar problemas inesperados. La medicación para los mareos debe usarse con prudencia, consultando al médico antes.
Si se viaja con niños que padecen enfermedades previas o crónicas conviene llevar los informes médicos pertinentes. Además, hay que asegurarse de llevar la medicación necesaria para toda la estancia programada. "Los niños asmáticos y alérgicos deben llevar su medicación de rescate como inyecciones de adrenalina para las alergias, los nebulizadores, etc ", ha señalado la pediatra.