MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los zumos, los refrescos, las bebidas deportivas, las infusiones y las limonadas no deben utilizarse para hidratar a un niño que sufre gastroenteritis, según ha alertado el responsable del Área Pediátrica del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo, el doctor Javier Miranda, puesto que la deshidratación es la complicación más frecuente en esta patología.
El motivo hay que buscarlo en que este tipo de bebidas tienen composiciones muy diferentes que pueden llevar al niño a sufrir complicaciones. Lo ideal, insiste el experto, es utilizar soluciones de rehidratación oral específicas que reponen el agua y los electrolitos que se pierden con los vómitos y la diarrea, efectos típicos de la gastroenteritis.
Si la deshidratación es severa, habrá que obviar la rehidratación oral con bebida y tendrá que llevarse a cabo la intravenosa, "que se realiza siempre en medio hospitalario", ha incidido el doctor Miranda. Es necesario acudir a urgencias siempre que haya síntomas de deshidratación o ante una abundante pérdida de líquidos por los vómitos o la diarrea, aunque la deshidratación no haya sucedido aún.
Por otro lado, pueden usarse, según indicaciones médicas, algunos probióticos, bacterias beneficiosas para el organismo, que han demostrado su eficacia disminuyendo el tiempo de recuperación de la diarrea.
"El otro pilar, no medicamentoso, es una adecuada dieta astringente en función de la severidad de la diarrea", ha apuntado el doctor Miranda.
Dado que corregir la deshidratación o evitarla constituye el pilar fundamental del tratamiento para la afección, es necesario también poder identificar correctamente los signos de deshidratación. "Varían ligeramente en función de la edad del niño", ha especificado el doctor Miranda.
"En neonatos y lactantes pequeños, una irritabilidad con depresión en la fontanela, junto con ojos hundidos y mucosas secas indican una deshidratación", ha indicado el experto, que ha añadido que "el organismo ahorra en la eliminación de líquidos, con lo que aparece un llano sin lágrimas y disminuye el volumen urinario".
Por su parte, en los niños más mayores se puede producir "una sensación de sed que el paciente es capaz de expresar verbalmente", ha informado el doctor Miranda. Asimismo, en ambos casos se produce una pérdida de peso que es proporcional al grado de deshidratación.
DISTINGUIR ENTRE LOS TIPOS DE GASTROENTERITIS Y SU TRATAMIENTO
La mayoría de las gastroenteritis están causadas por virus y son las que se tratan vigilnado la hidratación. Algunas gastroenteritis están causadas por bacterias y una tercera posibilidad es que esté causada por una alergia o intolerancia alimentaria.
"En las gastroenteritis bacterianas complicadas puede ser necesario el uso de antibióticos. De lo contrario, la gastroenteritis no suele requerir tratamiento medicamentoso", ha explicado el doctor Miranda. Las bacterianas implican fiebres muy altas, sangre en mocos o heces y también que la afección no mejora tras tres días de tratamiento adecuado.
Para averiguar si finalmente es bacteriana, debe estudiarse cuál es el causante y a que antibiótico es sensible el paciente. Para ello debe hacerse un coprocultivo, un examen de una muestra de heces.
"El problema del coprocultivo", matiza el experto, "es que puede tardar bastantes días en dar resultados, por lo que ante la sospecha de que sea bacteriana, cuanto antes lo pidamos mejor".