SEVILLA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa destaca la importancia de la detección del ganglio centinela para conocer el grado de afectación de un melanoma a nivel linfático, fundamental para determinar su seguimiento estrecho y tratamiento terapéutico.
Así lo ha explicado la dermatóloga del citado centro Luisa Teresa Ojeda, en un comunicado en el que precisa que el pronóstico del melanoma lo marca su grosor, por lo que "en los casos en los que el melanoma cutáneo tiene un grosor --llamado índice de Breslow-- igual o superior a un milímetro hay que valorar la realización del ganglio centinela para que nos permita ver si las células malignas han afectado a los ganglios linfáticos".
"La biopsia de ganglio centinela es un procedimiento que indica a dónde irían las células del melanoma en el caso de que hubieran pasado a torrente linfático. Mediante esta técnica, se extraen el o los ganglios donde se depositarían las células malignas y se analizan", ha apuntado el cirujano general Alfonso Ruiz. Además, "en aquellos pacientes que ya tienen melanoma en el ganglio puede tener un beneficio terapéutico", ha subrayado la dermatóloga.
Para la doctora Ojeda, es importante detectar el melanoma en estadios iniciales e identificar posible afectación a distancia para tratar mediante inmunoterapia a aquellos pacientes que sean subsidiarios o bien para poder realizar un seguimiento estrecho".
En la intervención interactúan diferentes especialidades. En un primer paso, el Servicio de Medicina Nuclear inyecta al paciente un contraste que permite identificar dónde se sitúa ese ganglio que sería la primera parada de las células. En un segundo tiempo, en el quirófano, con el paciente anestesiado, los dermatólogos y/o cirujanos, guiándose con una gammacámara que identifica el ganglio que más ha captado el contraste, extraen este ganglio y se remite al laboratorio de anatomía patológica. Una vez allí, el patólogo valora la presencia de células del melanoma.
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina cuando los melanocitos (las células que dan a la piel su color bronceado o marrón) comienzan a crecer fuera de control. "El melanoma es mucho menos frecuente que otros tipos de cánceres de piel, si bien el melanoma es más peligroso porque es mucho más probable que se propague a otras partes del cuerpo si no se descubre y se trata a tiempo", ha alertado la especialista.
En este sentido, desde el Servicio de Dermatología se insiste en la importancia de un diagnóstico precoz e insta a acudir a consulta para revisar los lunares de forma periódica, así como ponerse en contacto con el especialista ante cualquier cambio. "No quiere decir que todo cambio sea malo, pero sí que hay que valorarlo", ha concluido Ojeda.