Los pacientes llevarán una pulsera que proporcionará al quirófano su identidad, datos de la operación y pruebas diagnósticas
MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Ibermática, a través de su Instituto de Innovación i3B, ha desarrollado junto al Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) un sistema de radiofrecuencia que permitirá identificar al paciente, el procedimiento quirúrgico y la zona anatómica a operar, lo que minimizará el riesgo de errores clínicos en el Bloque Quirúrgico.
La primera implantación se ha realizado en el Hospital de Santiago Apóstol de Vitoria y se irá extendiendo al resto de centros vascos a lo largo de los próximos años, informaron hoy en un comunicado. La pieza clave de la solución es la identificación del paciente de forma automática y mediante tecnología de radiofrecuencia (RFID).
Por ella los pacientes llevan una pulsera con un chip que emite una señal --única por paciente-- que es recibida por la estación ubicada en el quirófano que corresponda. El sistema la reconoce y proporciona información clínica del paciente, entre ella datos de identificación, de la intervención y los resultados de las pruebas diagnósticas, así como las pautas de los procesos a realizar.
Toda esta información está personalizada para cada perfil profesional que interviene en un quirófano --cirujanos, anestesistas o enfermeras--- y que pueden acceder a la misma a través de una interfaz de usuario avanzada, con utilización de comandos de voz o pantallas táctiles. Además, el sistema facilita la protocolización de los procesos, lo que implica la mejora de la calidad asistencial.
El soporte de todo ello se concreta en las denominadas 'Estaciones Clínicas', entre cuyas funciones se encuentra la obtención de los informes clínicos generados en cada intervención. La gran cantidad de información manejada queda registrada en el sistema, permitiendo su explotación, tanto desde un punto de vista clínico como de gestión.
PROTOCOLIZAR EL 60% DE LAS OPERACIONES.
Entre los beneficios que se obtienen con esta solución, que hasta ahora no existía en el mercado, destaca sobre todo el hecho de que se asegure la correcta realización de los procedimientos previos a la intervención quirúrgica, incluyendo la consulta preanestésica y la preparación del paciente para una mejor prevención de incidencias.
Además, se protocolizan los procesos más frecuentes --como cataratas, prostatectomías, hernias inguinales, varices y prótesis de extremidades inferiores--, que constituyen el 60 por ciento de la actividad quirúrgica. Con la ayuda de la RFID y los sistemas informáticos se certifica que los procedimientos se realizan correctamente.
Asimismo, se facilitan los informes de la actividad quirúrgica a anestesistas, cirujanos y enfermeras de forma automatizada, incluyéndose instantáneamente a la historia clínica del paciente. A estos informes pueden añadirse observaciones particulares mediante dictado oral y trascripción automática a los estándares ya diseñados.
De esta forma se reducen los principales problemas de seguridad que se dan en el bloque quirúrgico, como son la infección nosocomial, la comprobación farmacoterapéutica, los errores de identificación o lateralidad, la variabilidad de procedimientos, la ilegibilidad de informes quirúrgicos o la gestión de tiempos en el quirófano.
Por otra parte, Ibermática también colabora con Osakidetza en el nuevo sistema de gestión del historial sanitario del paciente, que ya ha comenzado a implantarse. La historia clínica será única por paciente e integrará los sistemas de atención primaria y especializada, lo que permitirá a todos los profesionales del Servicio Vasco de Salud ver en una única ficha todo el historial de una persona desde cualquier centro asistencial. Antes de esta solución el historial del paciente era diferente dependiendo de la consulta de origen y del centro en el que estuviera ubicado.