MÁLAGA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El servicio de Neurología del Hospital Quirón Málaga ha puesto en marcha de forma pionera en Andalucía la técnica de estimulación eléctrica transcraneal, una de las formas más sencillas de estimular el cerebro de forma no invasiva para el tratamiento del dolor neuropático.
La estimulación eléctrica transcraneal permite aplicar, de forma indolora, una corriente eléctrica de baja intensidad a través del cráneo. Según la jefa de Neurología de Quirón Málaga, la doctora Elena Vila, "esta corriente eléctrica se dirige a áreas seleccionadas del cerebro e induce cambios en la excitabilidad de las neuronas cerebrales y los circuitos neuronales, de modo que se puede llegar a controlar esta forma de dolor".
Quirón Málaga es el primer hospital andaluz que ofrece este tratamiento, con el que se influye de modo positivo sobre el dolor neuropático, "al alterar directamente la actividad cerebral modulando los circuitos neuronales responsables de la percepción dolorosa", ha señalado en un comunicado Vila.
El dolor neuropático se origina por una lesión de los nervios, ya sea en el sistema nervioso central o periférico. Puede ser a consecuencia de enfermedades que afectan a los nervios, de un trauma o por ciertos tratamientos, como medicamentos quimioterapéuticos.
Las técnicas de estimulación cerebral no invasivas, como la estimulación eléctrica transcraneal, se están aplicando con éxito sobre el dolor neuropático, la depresión fármacorresistente, la rehabilitación tras haber padecido un ictus o un traumatismo craneal, ha explicado.
Por otro lado, se está explorando su utilidad en el tratamiento de la disfagia, la afasia, las distonías y otras patologías neuropsiquiátricas distintas a la depresión. Además, se aplican de forma creciente en el estudio de las funciones superiores, como la memoria o la toma de decisiones.
Una región de especial interés respecto a la estimulación cerebral es la corteza prefrontal izquierda, donde "los estudios de neuroimagen funcional y electrofisiología indican que se juega un papel esencial en la regulación de las emociones, especialmente en el control de las emociones negativas", ha concluido la jefa de Neurología de Quirón Málaga.