El Servicio Canario de Salud, condenado a pagar 600.000 euros a los padres de un niño con parálisis cerebral

Actualizado: miércoles, 22 mayo 2013 13:47

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 22 May. (EUROPA PRESS) -

El Servicio Canario de Salud (SCS) deberá pagar 600.000 euros a los padres de un niño que nació el 7 de octubre de 2008 en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), en Tenerife, con problemas respiratorios, por lo que sufrió una bradicardia fetal mantenida que provocó falta de oxigenación cerebral, encefalopatía y daños neurológicos.

Una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha desestimado los recursos de la Consejería de Sanidad y la empresa aseguradora, con lo que ratifica una anterior, de junio de 2012, del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 3 de Las Palmas de Gran Canaria.

Según el Defensor del Paciente, que se ha encargado de la defensa jurídica de los afectados, la madre del niño acudió al HUC el 6 de Octubre de 2008 sobre las 10.00 horas y quedó ingresada para inducirle el parto al cumplir las 42 semanas de gestación.

El embarazo se había desarrollado sin problema alguno y con seguimiento controlado hasta ese momento, y como no había paritorio libre, le derivan a una planta para descansar y así esperar a que haya dilatación suficiente.

Al día siguiente, bajan a la mujer al paritorio, donde le colocan monitorización externa y la dejan en espera por no hay espacio libre. En torno a las 14.00 horas, entró en el paritorio, y el matrón, después de un tacto le rompió la bolsa, dejándola con monitorización interna y oxitocina por vía intravenosa.

A continuación, la cambiaron de posición y la dejaron sola, según la versión del Defensor del Paciente, hasta que a las 16.50 horas aproximadamente, una enfermera observa el monitor y avisa urgentemente al matrón ya que detecta un fallo y deciden su traslado a quirófano a las 17.20 horas para practicar una cesárea.

MONITORIZACIÓN

El bebé nació a las 17.38 horas y fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde fue dado de alta a los 33 días del nacimiento, debiendo seguir tratamiento y ayuda de terceras personas "de por vida", derivada de la falta de vigilancia en la monitorización, que aconsejaba acelerar el parto ante el riesgo de que hubiera daños cerebrales.

En la actualidad, el niño está aquejado de parálisis cerebral infantil cuadripléjica, con problemas respiratorios y de deglución.