MADRID 16 May. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) ha destacado la eficacia de una nueva familia de fármacos que está actualmente disponible para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), las denominadas moléculas pequeñas o fármacos de pequeño peso molecular, que engloban un grupo heterogéneo de fármacos que comparten características comunes: la capacidad de cruzar barreras biológicas, la modulación de diferentes objetivos biológicos y la biodisponibilidad oral.
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad crónica que se suele diagnosticar a personas jóvenes, de entre 15 y 30 años, y que afecta a la calidad de vida del paciente dando lugar a períodos de actividad de la patología seguidos de otros de remisión. Esta enfermedad produce inflamación del intestino grueso y el colon, dando lugar a Colitis Ulcerosa (CU), o bien, cursar con inflamación en cualquier parte del tubo digestivo, lo que origina la Enfermedad de Crohn (EC).
Actualmente, se desconoce la causa exacta de la patología, pudiendo radicar en factores ambientales ligados a personas genéticamente susceptibles de padecerla. En este sentido, el médico adjunto del servicio de Medicina Digestiva del Hospital Universitario y Politécnico La Fe (Valencia), Guillermo Bastida, apunta que "el factor ambiental que más influye es el tabaco" y que "la mayoría de las pacientes con Enfermedad de Crohn suelen ser fumadores".
Los síntomas pueden ser diferentes en función de la intensidad de la inflamación, entre los que se encuentran: diarrea, fatiga, dolor, cólicos abdominales, presencia de sangre en las heces o pérdida de peso, entre otros. No obstante, aunque dependan de la intensidad, "todos ellos afectan a la calidad de vida de los pacientes y a su día a día", afirma Bastida.
NUEVO TRATAMIENTO
Ahora, la SEPD ha resaltado que las pequeñas moléculas han demostrado ser "muy eficaces y de rápido inicio de acción en el tratamiento de la EII". Además, la Sociedad apunta que su administración oral es una ventaja adicional.
Asimismo, otros atributos, como un alto impacto en pacientes con fracaso de otras líneas, han fomentado su uso, ya que ofrecen una alternativa terapéutica tanto en primera línea como en pacientes refractarios, señalan desde la SEPD.
Sin embargo, la Sociedad señala que los inhibidores JAK se han asociado con anomalías de laboratorio, infecciones y riesgo de eventos tromboembólicos por lo que "deben de utilizarse preferentemente en pacientes jóvenes, sin riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, que no fumen y no tengan un riesgo incrementado de neoplasias".
Sobre este tema profundizará Bastida, durante su ponencia 'Pequeñas moléculas en el tratamiento de la EII: evidencias en la práctica clínica', de la Mesa de EII que tendrá lugar durante la celebración del 83ª Congreso de la SEPD, del 13 al 15 de junio en Valencia.