MADRID 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha informado de que la 'Guía Española de la EPOC' ('GesEPOC') se ha actualizado e incluye como principal novedad una nueva clasificación de los fenotipos de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) de alto riesgo, dentro de la cual se incorpora la eosinofilia (tener un alto número de unas células, llamadas eosinófilos, en sangre) como un marcador para decidir el tratamiento farmacológico óptimo.
Además, tiene en cuenta los rasgos tratables de los pacientes de alto riesgo en la toma de decisiones terapéuticas. La nueva actualización de la guía y, en particular, del artículo guía para el tratamiento farmacológico de la EPOC estable se ha publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de SEPAR.
'GesEPOC' se publicó por primera vez en 2012 y se actualizó por última vez en 2017, siempre incorporando las nuevas evidencias científicas que han ido surgiendo en el diagnóstico y tratamiento de la EPOC. Este año 2022 se publica la guía completa 'GesEPOC 2021' desglosada en cuatro artículos: la Guía para el tratamiento farmacológico de la EPOC estable, para el tratamiento no farmacológico; comorbilidades, automanejo y cuidados paliativos; y diagnóstico y tratamiento del síndrome de agudización.
En el primer capítulo publicado en 'Archivos de Bronconeumología', 'Guía para el tratamiento farmacológico de la EPOC estable', cuyo primer firmante es el miembro de SEPAR, Marc Miravitlles, se aborda el tratamiento farmacológico de la fase estable de la EPOC.
Para ello, propone una evaluación del paciente en cuatro pasos: primero, el diagnóstico de la EPOC y medidas generales; segundo, la estratificación del riesgo; tercero, la selección del tratamiento inhalado según los síntomas y el fenotipo clínico; y cuarto, la identificación y el abordaje de los rasgos tratables.
NOVEDADES DE GESEPOC
Las principales novedades que aporta GesEPOC 2021, respecto al tratamiento de la EPOC en su fase estable, son la clasificación de riesgo de la EPOC, que está tomada de la versión anterior, pero que incorpora modificaciones, y la clasificación de los fenotipos, que también se ha modificado.
Los pacientes de bajo riesgo no se clasifican en distintos fenotipos, pero sí los pacientes de alto riesgo, en los que es preciso ajustar muy bien esta clasificación para poder decidir el tratamiento óptimo en cada caso. Asimismo, los pacientes de bajo riesgo se pueden tratar con una terapia sencilla, broncodilatadores, y con ella suelen conseguir un buen control de la enfermedad.
Y los pacientes de alto riesgo son aquellos que necesitan una terapia de mayor intensidad y que tienen más riesgo de sufrir complicaciones.
En la edición anterior de la guía, los fenotipos de alto riesgo de EPOC eran enfisema, bronquitis crónica y solapamiento del asma con la EPOC (ACO), pero ahora se han modificado porque, en la práctica clínica, el enfisema y la bronquitis crónica no difieren en cuanto al tratamiento de primera línea, mientras que el ACO desaparece de la guía y el asma pasa a considerarse como una comorbilidad más de la EPOC, al igual que la apnea del sueño y la EPOC, las bronquiectasias y la EPOC o cualquier otra comorbilidad.
Ahora, en la nueva guía el alto riesgo se divide en dos tipos: en pacientes que no sufren exacerbaciones o agudizaciones, pero que son de alto riesgo por su función pulmonar o por sus síntomas y en pacientes que sí tienen agudizaciones, dentro de los cuales se dividen dos tipos, eosinofílicos y no eosinofílicos, dependiendo de la concentración de eosinófilos en sangre.
"'GesEPOC' es la primera guía que, desde su nacimiento, apostó por una clasificación de la EPOC en diferentes fenotipos, con la finalidad de administrar el tratamiento más adecuado para cada paciente, en vez de un único tratamiento para todos ellos. Por tanto, la elección de un tratamiento u otro se basa en las características clínicas del paciente, es decir, en su fenotipo y su gravedad", ha explicado Miravitlles.
Junto a la clasificación en fenotipos de los pacientes más graves, la guía GesEPOC también especifica que se deben identificar los rasgos tratables. Así, en el caso de los pacientes que tienen déficit de alfa-1-antitripsina se administra un tratamiento específico, al igual que sucede con los que presentan bronquiectasias, una infección bronquial crónica, un enfisema grave o hipoxemia.
Los cambios introducidos en la guía responden a la nueva evidencia científica acumulada durante estos años. "Las guías nos guían, pero no pueden cubrir todos los aspectos de la práctica clínica. Afortunadamente cada vez reunimos más evidencia a respecto al tratamiento de la EPOC y podemos acercar más las recomendaciones de la guía a la realidad asistencial, con lo que lograremos una mayor implantación", ha zanjado Miravitlles.