La SEOM destaca el "gran potencial" de los anticuerpos conjugados dirigidos frente al cáncer de ovario

Archivo - Útero, ovarios. - ELENA NECHAEVA/ ISTOCK - ARCHIVO

MADRID 8 May. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha destacado el "gran potencial" que han demostrado los anticuerpos conjugados dirigidos (ADC) frente al receptor folato-alfa en el tratamiento de los tumores de ovario pretratados con platino.

Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario, que se conmemora este jueves, la SEOM ha querido resaltar los avances que se han sucedido en los últimos años en el tratamiento de este tumor y ha hecho hincapié en los ADC, de los que ya hay más de 40 en desarrollo clínico.

El receptor de folato-alfa se encuentra sobreexpresado en un alto porcentaje de tumores de ovario y se ha identificado como una potencial nueva diana terapéutica, frente a los que se han desarrollado estos ADC, que se suman a los beneficios que ya ofrecen los fármacos inhibidores de PARP (iPARP), que han revolucionado el tratamiento del cáncer de ovario avanzado.

La sociedad científica ha recordado que el cáncer de ovario es una enfermedad de mal pronóstico y la principal causa de muerte por tumores malignos ginecológicos en occidente, pues la mayoría de pacientes se diagnostican en estados avanzados. Según los últimos datos de la SEOM, se prevé que este año se diagnostiquen 3.748 casos nuevos en España.

Así, la SEOM ha enumerado algunos de los últimos avances, como el desarrollo de la primera vacuna preventiva contra este cáncer, 'OvarianVax', que la Universidad de Oxford anunció en 2024. Esta vacuna aún tiene que demostrar su eficacia en ensayos clínicos en humanos, pero estaría dirigida especialmente a mujeres con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.

Respecto al tratamiento del cáncer de ovario, la sociedad ha explicado que este se basa en cirugía citorreductora para lograr la resección de todo el tumor visible. En función de una serie de criterios clínicos, se administra un tratamiento de quimioterapia previo y/o posterior a la cirugía con carboplatino y un taxano, habitualmente paclitaxel. Aunque los resultados del tratamiento primario han mejorado gradualmente, aproximadamente la mitad de las mujeres tendrán una recaída en los tres primeros años.

La elección del tratamiento a la recaída dependerá del tipo tumoral, de la duración de la respuesta a la primera línea, de las toxicidades presentadas y de agentes utilizados, de la situación clínica y preferencias de la paciente y de la presencia o no de mutaciones en BRCA. En este punto, la SEOM ha señalado que la identificación de factores predictores o biomarcadores es "vital" para ello.

Desde la Sociedad también han apuntado a otros tratamientos complementarios a los esquemas de quimioterapia que actúan sobre dianas específicas del crecimiento tumoral y que han demostrado ser beneficiosos en diferentes escenarios del cáncer de ovario avanzado. Una de estas estrategias terapéuticas es el tratamiento antiangiogénico, representado por bevacizumab, que persigue el bloqueo de la formación de nuevos vasos sanguíneos por el tumor para así dificultar su crecimiento.

La SEOM también ha subrayado los progresos que ha habido dirigidos a las pacientes que presentan mutaciones en BRCA 1 o BRCA 2, que son aproximadamente el 20 por ciento de afectadas. Para ellas, están los fármacos inhibidores de PARP (iPARP) mencionados, como son olaparib, niraparib y rucaparib.

Estos tres inhibidores de PARP se encuentran aprobados en España para la recaída platino sensible de cáncer de ovario. Además, olaparib (con o sin bevacizumab) y niraparib están también aprobados en el mantenimiento de primera línea tras finalizar la quimioterapia. El uso de inhibidores de PARP en pacientes portadoras de mutación BRCA tiene un "claro impacto" en la supervivencia global de estas pacientes.

Además, durante 2023 se comunicaron datos prometedores de estudios de combinación de iPARP con inmunoterapia y con antiangiogénicos, una estrategia de tratamiento especialmente interesante para pacientes sin mutaciones de BRCA o sin déficit de recombinación homóloga, que suelen tener un menor beneficio con los iPARP en monoterapia. La SEOM ha indicado que este perfil de pacientes representa el "principal reto" a vencer en los próximos años.

Para la SEOM, todos estos son avances "pequeños" que, de manera aislada, pueden considerarse de escasa relevancia, pero acumulados entre sí han llevado a cambiar en muchos casos de una manera notable el pronóstico, la supervivencia y la calidad de vida de muchas pacientes.