Un sencillo tratamiento antibacteriano resuelve la dermatitis aguda por radiación

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Archivo - Crema hidratante. - SIMARIK/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 22 mayo 2023 7:20


MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Centro Oncológico Montefiore Einstein (MECC), en Estados Unidos, han descubierto que en muchos casos de dermatitis aguda por radiación (DAR) interviene una bacteria cutánea común y que un tratamiento sencillo y de bajo coste puede prevenir los casos graves, estableciendo potencialmente un nuevo estándar de atención para las personas sometidas a radioterapia, según publican en dos artículos publicados en la revista 'JAMA Oncology'.

La dermatitis aguda por radiación, caracterizada por enrojecimiento, dolor, picor o descamación de la piel, afecta hasta al 95% de las personas sometidas a radioterapia contra el cáncer. Los casos graves pueden causar hinchazón significativa y úlceras cutáneas dolorosas que pueden afectar gravemente a la calidad de vida, pero se sabe poco acerca de por qué se produce esta afección y no hay tratamientos estandarizados para prevenir la DAR grave que hayan sido ampliamente adaptados.

"Hasta ahora, se suponía que la DAR se debía simplemente a que la radiación quemaba la piel, lo que significaba que no se podía hacer mucho para prevenirla --afirma la doctora Beth N. McLellan, directora de oncodermatología de apoyo del Centro Oncológico Montefiore Einstein, jefa de la división de dermatología del Sistema Sanitario Montefiore y de la Facultad de Medicina Albert Einstein, y autora principal de los dos estudios--. El tratamiento de fácil acceso que hemos desarrollado y probado clínicamente podría salvar potencialmente a cientos de miles de personas cada año de la DAR grave y sus insoportables efectos secundarios".

La bacteria 'Staphylococcus aureus' (SA) suele vivir inofensivamente en la piel, a menudo en la nariz y las axilas pero pueden causar infecciones si la piel se rompe por un corte. La radiación debilita la estructura de la piel en el lugar del tratamiento y puede provocar una infección al permitir que los estafilococos atraviesen la capa externa de la piel. Los ciclos de radioterapia, que suelen requerir tratamientos diarios durante varias semanas, aumentan el riesgo de que se produzca una infección cutánea.

Dado que el SA está implicado en trastornos cutáneos comunes que provocan una ruptura de la piel, como el eccema, la doctora McLellan y sus colegas razonaron que la bacteria también podría desempeñar un papel en el DAR.

En uno de los dos estudios, los investigadores del MECC incluyeron a 76 pacientes sometidos a radioterapia contra el cáncer. Se recogieron cultivos bacterianos de los pacientes antes y después de la radioterapia, en tres zonas diferentes del cuerpo: en el interior de la nariz, en la piel de la zona irradiada y en la piel del lado del cuerpo no expuesto a la radiación.

Antes del tratamiento, aproximadamente el 20% de los pacientes dieron positivo en las pruebas de SA, pero no tenían una infección activa. Tras el tratamiento, el 48% de los pacientes que desarrollaron un DAR grave dieron positivo en las pruebas de detección de SA, en comparación con sólo el 17% de los pacientes que desarrollaron la forma más leve de la enfermedad. Muchos pacientes con SA en la piel también dieron positivo en SA nasal, lo que sugiere que el SA de la nariz podría estar infectando la piel.

"Este estudio demuestra claramente que el SA desempeña un papel importante en la DAR --destaca McLellan--. La buena noticia es que disponemos de muchas herramientas para combatir esta bacteria. En un segundo estudio, probamos una combinación de fármacos antibacterianos tópicos que pensamos que sería eficaz y fácil de usar para la gente".

En el segundo estudio participaron 77 pacientes sometidas a radioterapia, todas ellas con cáncer de mama excepto dos. Los participantes fueron aleatorizados para recibir el tratamiento estándar en el MECC (higiene normal y tratamiento hidratante como 'Aquaphor'), o el régimen antibacteriano experimental.

Este tratamiento consistía en utilizar el limpiador corporal clorhexidina junto con una pomada nasal de mupirocina al 2% dos veces al día durante cinco días, en semanas alternas, a lo largo de su radioterapia.

Aunque más de la mitad de los pacientes tratados con el régimen antibacteriano desarrollaron DAR de leve a moderada, ningún paciente desarrolló descamación húmeda -el tipo más grave de DAR que hace que la piel se rompa y aparezcan llagas- y ningún paciente experimentó efectos adversos del tratamiento. En cambio, la DAR grave afectó al 23% de los participantes que recibieron el tratamiento estándar.

"Nuestro régimen es sencillo, barato y fácil, por lo que creemos que debería aplicarse a todas las personas sometidas a radioterapia, sin necesidad de someterlas primero a una prueba de SA --afirma McLellan--. Espero que esto cambie por completo los protocolos para las personas sometidas a radioterapia para el cáncer de mama".

Y añade que, "como en la mayoría de los ensayos del MECC, la mayoría de los participantes eran miembros negros e hispanos de la comunidad, lo que significa que este protocolo es generalizable y eficaz para personas de diferentes razas y etnias. Esto es especialmente importante porque las personas con tipos de piel más oscuros tienen más probabilidades de desarrollar DAR grave", concluye.