MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de expertos de Atención Primaria ha redactado un decálogo de consenso para el abordaje del tabaquismo, con apoyo de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), en el marco de la Semana Mundial contra el Tabaco, que tiene lugar del 27 de mayo al 2 de junio.
Esta declaración tiene como objetivo concienciar a la sociedad de que el tabaquismo es una enfermedad adictiva y cuyo abordaje debe ser tratado por parte de todos los profesionales sanitarios, basándose en protocolos y guías establecidas por estas sociedades científicas.
Esta exposición ha sido firmada por Leyre Gaztelurrutia, farmacéutica comunitaria en Cruces (Barakaldo) y coordinadora del grupo de Respiratorio y tabaquismo de SEFAC; Miguel C. Aguiló, farmacéutico experto en tabaquismo y responsable del Grupo de Respiratorio y tabaquismo de SEFAC en las Islas Baleares; Marisol Casasola, enfermera jefe del servicio de Atención al Paciente del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid) y colaboradora del grupo de tabaquismo de SEMERGEN; Raúl de Simón, médico de familia del Centro de Salud Luis Vives (Madrid) y miembro de los grupos de trabajo de Respiratorio y Tabaquismo de SEMERGEN; José Luis Díaz-Maroto, médico de Atención Primaria en el Centro de Salud Guadalajara y coordinador del grupo de trabajo de Tabaquismo de SEMERGEN; y Verónica Perez González, psicóloga, experta en tabaquismo y colaboradora del grupo de trabajo de Tabaquismo de SEMERGEN.
Entre los puntos que se desarrollan en este decálogo se encuentra que el tabaquismo puede ser considerado como "la mayor pandemia del presente siglo", ya que se trata de una adicción que necesita prevención, diagnóstico y tratamiento. Asimismo, recoge que en su abordaje deben estar implicados todos los profesionales sanitarios, legisladores y educadores.
Asimismo, ha puesto de relieve que los profesionales de Atención Primaria presentan una situación "privilegiada" para ayudar al fumador a deshacerse de esta adicción por su accesibilidad y longitudinalidad. Así, todo profesional de la salud debe estar formado para tratar el tabaquismo y deben recoger en la historia del paciente su relación con dicha patología. Del mismo modo, las intervenciones sanitarias deben basarse en protocolos y guías establecidas por las sociedades científicas en función de las características de cada paciente.
Por otra parte, ha puesto de relieve el seguimiento del paciente y el tratamiento que combina fármacos con psicología. Asimismo, ha destacado que se debe prestar atención a los grupos más vulnerables como los adolescentes, los grupos con riesgo de exclusión social, los pacientes pluripatológicos, las embarazadas y las situaciones clínicas que pueden ser agravadas por el tabaquismo.
Por último, trata de hacer un llamamiento para que los tratamientos farmacológicos contra el tabaquismo eficaces sean financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS) y concluye que los legisladores deben profundizar en las leyes que regulan el consumo, la publicad y la venta del tabaco, aplicando nuevas medidas como cambios en la fiscalidad del tabaco o la ampliación de los espacios sin humo.