MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que los países caribeños Antigua y Barbuda, Anguila, Bermuda, Islas Caimán, Montserrat y San Cristóbal y Nieves han logrado eliminar la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis.
Para que este logro sea validado por este organismo de Naciones Unidas cada país debe registrar durante dos años menos de 30 casos o nuevas infecciones perinatales de VIH y menos de 50 casos de sífilis congénita por cada 100.000 recién nacidos vivos.
En los últimos seis años, la región del Caribe ha logrado reducir en más de la mitad las nuevas infecciones por el VIH en niños. "Este es un logro increíble dados los altos índices de VIH en el pasado, y tenemos la intención de avanzar aún más en el futuro", ha destacado la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne.
En concreto, desde 2010 el Caribe logró reducir en más del 52 por ciento las nuevas infecciones de VIH en niños, que pasaron de 1.800 a menos de mil en 2016. Asimismo, los casos de sífilis congénita siguen por debajo del objetivo de eliminación de 50 casos por 100.000 nacidos vivos, si bien no han bajado los casos en este periodo.
En 2015, Cuba, otra isla caribeña, se convirtió en el primer país del mundo en recibir la validación de la OMS por haber logrado eliminar la transmisión del VIH y la sífilis de madre a hijo. Posteriormente, Tailandia y Bielorrusia lograron también esta doble eliminación, mientras que Armenia logró acabar con la transmisión madre-hijo del VIH y Moldavia la de la sífilis congénita.
"La eliminación de la transmisión de madre a hijo del VIH y la sífilis no es solo un sueño, es un objetivo alcanzable", ha apuntado la directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Cristina Perceval.
Este logro ha sido posible porque, en términos generales, el 74 por ciento de las mujeres embarazadas del Caribe que viven con VIH (64% más que en 2010) tuvieron acceso a la terapia antirretroviral, lo que permite reducir significativamente la posibilidad de transmitir el virus a sus hijos durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Otros cambios que han contribuido a este progreso incluyen la mayor colaboración de los servicios sanitarios públicos y privados, la puesta en marcha de servicios integrales de salud maternoinfantil, la apuesta por una cobertura universal y la calidad de la atención pre y postnatal.