MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La terapia electroconvulsiva (TEC) es una intervención de salud mental médicamente segura, según un nuevo estudio dirigido por el doctor Tyler Kaster, investigador del Centro para la Adicción y la Salud Mental, como parte de sus estudios de doctorado en la Universidad de Toronto (Canadá).
El estudio, publicado en la revista 'The Lancet Psychiatry', es uno de los más amplios y completos en los que se compara la seguridad de la terapia electroconvulsiva con el tratamiento estándar entre personas con depresión.
Múltiples estudios realizados durante décadas han confirmado la eficacia de la TEC como intervención de salud mental para personas con depresión resistente al tratamiento. Hasta el 80% de las personas con depresión grave que reciben la TEC logran la remisión. Sin embargo, a pesar de esta tasa de éxito, sólo el uno por ciento de las personas con depresión grave la recibe, probablemente debido a la preocupación por los efectos secundarios, como las complicaciones cognitivas y médicas.
Este estudio examinó los registros psiquiátricos de más de 10.000 pacientes de Ontario cuya depresión era lo suficientemente grave como para requerir al menos tres días de hospitalización, y comparó el riesgo de hospitalización médica o muerte en un plazo de 30 días de los pacientes que recibieron TEC en comparación con los que no la recibieron.
Concluye que "entre los individuos hospitalizados por depresión, no hay un aumento clínicamente significativo del riesgo de eventos médicos graves con la exposición a la TEC, mientras que el riesgo de suicidio parece reducirse significativamente". Los beneficios de la TEC en los resultados de la depresión pueden superar sus riesgos en esta población".
"La TEC es el tratamiento más eficaz que tenemos en psiquiatría para la depresión --asegura el doctor Kaster, psiquiatra del CAMH, que trata a los pacientes con TEC en el Centro Temerty del CAMH para la estimulación cerebral terapéutica--. Pero los prejuicios y la discriminación en torno al tratamiento son enormes en cuanto a impedir que la gente acceda a él".
A los pacientes con una depresión grave se les suelen prescribir antidepresivos y/o psicoterapia, pero alrededor de un tercio no responderán a estos tratamientos de primera línea, y entonces se les diagnosticará una depresión resistente al tratamiento.
Existen varias intervenciones para esta enfermedad, como las combinaciones de medicamentos, nuevos fármacos como la ketamina y un tratamiento de neuroestimulación llamado estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr).
Sin embargo, cuando estos tratamientos no conducen a una mejoría o cuando una depresión se vuelve muy severa, lo que lleva a la hospitalización, a menudo se considera la TEC como el siguiente paso, ya que es muy eficaz para reducir rápidamente los síntomas de la depresión y los pensamientos suicidas.
La doctora Simone Vigod, autora correspondiente del estudio, jefa de psiquiatría del Women's College Hospital, señala que el estudio ilustra la importancia de hacer hincapié en la seguridad y la eficacia de la TEC como una intervención de salud mental eficaz para las personas en las que nada más ha funcionado.
"En el Women's College Hospital, creemos que el apoyo a las personas que viven con enfermedades mentales nunca ha sido más importante --añade--. Hacerlo requiere proporcionar a los pacientes un espectro completo de tratamientos basados en la evidencia y fundamentados en rigurosas pruebas de investigación. Esta investigación se suma al conjunto de estudios existentes sobre la seguridad y la eficacia de la terapia electroconvulsiva, que puede ser una opción valiosa para quienes padecen depresión grave", subraya.
El doctor Kaster cree que el miedo persistente asociado a la TEC es un reflejo del nivel general de prejuicios y discriminación que sigue existiendo con respecto a la propia enfermedad mental.