MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
En los últimos cinco años, las mujeres endoscospitas asociadas a la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva (SEED) se han incrementado un 8,2 por ciento, y en la actualidad, representan el 43,3 por ciento (589) frente al 56,7 por ciento (771) de los hombres, según las conclusiones de una encuesta presentadA en su 44 Congreso Nacional en A Coruña.
"El objetivo era conocer de primera mano información sobre el perfil de la endoscopista española, el grado de interés entre las médicas de digestivo por la endoscopia, las dificultades en el acceso y desarrollo en endoscopia avanzada, así como el grado de visibilidad de nuestras profesionales", ha comentado la doctora Belén Martínez Moreno, endoscopista en el Hospital General Universitario de Alicante y coordinadora de la encuesta.
"Para ser conscientes de la realidad que viven las mujeres endoscopistas primero hay que conocerla, y el mejor modo de hacerlo es a través de su voz. Este es un retrato de las mujeres endoscopistas contado por ellas mismas y eso es clave", ha indicado el doctor Carlos Dolz, presidente de la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva.
"Dada la importancia de esta encuesta y sus resultados, decidimos dedicar una sesión completa en el programa científico del congreso, el sábado 19 de noviembre en A Coruña, con el objetivo de crear un foro de debate constructivo y eficaz para el presente y el futuro de la especialidad y sus mujeres endoscopistas", ha señalado desde la presidencia del comité científico del congreso, la doctora Maite Herráiz.
La encuesta 'Retrato actual de la mujer endoscopista en España' fue contestada por un total de 486 profesionales sanitarias que en la actualidad se encuentran trabajando en España, distribuidas entre todas y cada una de las provincias españolas.
La edad media de la endoscopista encuestada es de 39,5 años, con participación de endoscopistas de todos los grupos de edad, siendo el grupo mayoritario de entre 36 a 45 años, "el rango de edad en el que un endoscopista adquiere y afianza su experiencia".
Asimismo, en la encuesta participaron endoscopistas de todo tipo de hospitales, incluyendo hospitales con gestión pública, concertada y privada; hospitales comarcales, generales, universitarios y de referencia; y contando con la participación de médicas residentes, adjuntas, jefas de sección y de servicio. De esta manera, se ha conseguido una muestra representativa de la mujer en todos los sectores de la endoscopia española.
La mayoría (65,8%) de las gastroenterólogas que hacen endoscopia solo realizan endoscopia básica; es decir, aquella que no implica la realización de procedimientos o técnicas complejas. Sin embargo, el 74,1 por ciento de ellas sí querría hacer procedimientos más complejos, lo que denominamos endoscopia avanzada. Esto demuestra el gran interés que despierta la endoscopia avanzada entre las facultativas españolas.
Entre los diferentes factores que podrían influir en el tipo de endoscopia (básica o avanzada) que realiza una endoscopista, encontramos que no existe una relación entre el tipo de gestión del hospital donde trabaja, el número de camas del hospital o la nacionalidad de la encuestada; mientras que realizar endoscopia avanzada sí se asoció a tener una mayor edad y al puesto desempeñado (más frecuente si se ocupan puestos de jefatura que entre médicas adjuntas).
Además, se observó una mayor proporción de endoscopistas avanzadas con personas a su cargo frente a las médicas digestivos que realizan endoscopia básica, a diferencia de los resultados de estudios antiguos donde se describía una menor tasa de hijos entre las mujeres que se encontraban en programas de formación en gastroenterología.
Cuando se interrogó sobre los principales motivos a los que las endoscopistas que querrían realizar procedimientos más complejos (pero no los hacen) atribuyen su falta de desarrollo en la endoscopia avanzada, se constató que fueron: la falta de posibilidad de desarrollo de estas técnicas en su centro en primer lugar y la ausencia de formación específica en segundo lugar; quedando los motivos familiares y la exposición a la radiación en años fértiles entre los últimos puestos (<1% de este grupo de endoscopistas atribuía su ausencia de desarrollo en endoscopia avanzada a la exposición a radiación o a motivos familiares); en contra de la creencia tradicional que atribuía a estos factores los motivos principales para la no dedicación de la mujer a la endoscopia avanzada.
La presencia de mujeres en la endoscopia española con muchos años de experiencia (>10 años) en endoscopia avanzada es escasa (<3% de las encuestadas y <11% de las que realizan endoscopia avanzada tienen experiencia de >10 años en las técnicas de endoscopia avanzada), y muy escasa en el caso de la experiencia en terapéutica compleja (<2% de las encuestadas y <5% de las que realizan Endoscopia avanzada tienen experiencia de >10 años en terapéutica compleja).
Esto muestra que, pese a que las últimas generaciones de médicos en formación son mujeres, se han incorporado más tarde a determinados campos de la medicina que tradicionalmente han ocupado los varones, siendo uno de ellos la endoscopia. No obstante, se observa un aumento en la dedicación a las diferentes técnicas entre los grupos de mujeres de edad más joven, lo que hace previsible un crecimiento de la representación de la mujer en el campo de la endoscopia avanzada en un futuro.
El 70,5% de las endoscopistas que realizan endoscopia avanzada manifiesta haber tenido dificultades en su formación en endoscopia avanzada, que atribuyen como factor principal a la falta de una formación reglada, seguido por la falta de facilidades en el entorno laboral, y al embarazo/cuidado de hijos en tercer lugar.
Por último, las encuestadas destacan que, aunque la participación de las mujeres en cursos y congresos es elevada, la proporción de las mismas que ha participado en eventos en directo es muy bajo (<15% de todas las encuestadas), correspondiéndose con una visibilidad escasa de las mujeres como modelos de referencia de futuras endoscopistas.