MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El sector sanitario de titularidad privada, con 11 millones de asegurados, representa el 29,2 por ciento del gasto sanitario total, lo que supone un elevado peso en el sector productivo español (2,7% del PIB), y hace que España sea uno de los países donde el peso del gasto sanitario privado sobre el total es mayor.
Así se desprende del informe 'Sanidad privada, aportando valor: Análisis de Situación 2021', desarrollado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), y en el que se valora el avance de la digitalización y la contribución del sector privado a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) marcados en la agenda 2030.
"En base a las cifras y datos recogidos en este informe, la cooperación privada-pública y la utilización de todos los recursos disponibles se confirma como indispensable para que el sistema sanitario sea viable, eficiente y capaz de aportar los mejores resultados sanitarios y de salud posibles", presidente de la Fundación IDIS, Juan Abarca.
El trabajo ha evidenciado que las estimaciones indican que el ahorro generado por el seguro privado se situaría entre 1.368 euros al año (si el paciente usa exclusivamente el sistema privado) y 506 euros (si realiza un uso mixto de la sanidad, utilizando tanto sanidad pública como privada).
En línea con lo observado en años anteriores, el sector asegurador continúa registrando incrementos significativos, tanto en número de asegurados como en volumen de primas. De hecho, a nivel de volumen de primas, se estima que en 2020 se han superado los 9.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 5,1 por ciento respecto a 2019.
"En 2020 se han alcanzado 11 millones de asegurados, contando con los mutualistas, lo que supone un incremento del 4,4 por ciento respecto a al año anterior", ha detallado durante la presentación del trabajo la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva.
Por otra parte, el estudio ha señalado que la sanidad privada lleva a cabo una actividad asistencial muy significativa que contribuye a disminuir las listas de espera del sistema público. A modo de ejemplo, se puede destacar que los hospitales privados llevaron a cabo en 2018 el 30,2 por ciento (1,6 millones) de las intervenciones quirúrgicas, el 23,7 por ciento (1,3 millones de las altas) y el 24,4 por ciento (7,4 millones) de las urgencias de todo el territorio nacional.
Esto significa, tal y como ha detallado Villanueva, que una de cada tres cirugías, una de cada cuatro urgencias o una de cada cinco consultas se atienden en el sector sanitario privado, que dispone de una dotación de 441 hospitales en España, lo que representa el 56 por ciento del total de centros hospitalarios de nuestro país, con 50.960 camas (el 32% del total de las existentes).
A nivel geográfico, Cataluña, Madrid y Andalucía, se mantienen como las comunidades autónomas que cuentan con un mayor número de camas privadas. Dentro de esta la asistencia sanitaria, se destaca la realización del 30 por ciento de la actividad quirúrgica compleja.
La colaboración del sistema privado con el sector público se materializa en forma de conciertos, mutualismo administrativo y concesiones administrativas, modelo que ahorra recursos al sistema público y bajo el que operan en la actualidad 9 hospitales en España.
LA SANIDAD PRIVADA CUENTA CON EL 52% DE EQUIPOS RM Y EL 34% DE TAC
Respecto a la investigación, la participación de los 98 centros privados que participan en 567 ensayos clínicos entre el 2016 y el 2020 es esencial y, además, muestra una tasa de reclutamiento "muy elevada". Con respecto a la apuesta por la adquisición de tecnología de última generación, destacan los datos de posesión del 52 por ciento de los equipos RM, del 44 por ciento de los PET y del 34 por ciento de los TAC.
Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana son las que cuentan con más equipos de alta tecnología. "Pero, además, es muy significativo el hecho de que el sector cuente con tecnología de vanguardia para el tratamiento de múltiples enfermedades, como el cáncer o enfermedades neurológicas", han recalcado los responsables del informe.
Concretamente, dispone de un "gran número de aceleradores" lineales para radioterapia y braquiterapia de última generación; es pionero en el uso de PET/RMN para un diagnóstico "más preciso" y un 90 por ciento de reducción de la radiación; ha construido en el último año y por primera vez en España dos centros de protonterapia, disponibles para pacientes con cánceres en zonas especialmente sensibles a la irradiación; y dispone de equipamientos HIFU en tres centros para el tratamiento de procesos neurológicos sin necesidad de cirugía.
La transformación en la asistencia que ha traído consigo la pandemia no ha sido ajena al sector privado, sino que ha encontrado en las entidades que lo forman aliados para acelerar la atención sanitaria virtual, hacer crecer la telemedicina en un 153 por ciento e incorporar la inteligencia artificial (IA) y otras herramientas tecnológicas a los flujos de trabajo.
A modo de ejemplo, el 69 por ciento de las organizaciones sanitarias está en fase de pruebas y adopción de la IA y el 39 por ciento cuenta con principios de diseño inclusivo o centrado en las personas para facilitar la colaboración entre personas y máquinas. "Sin duda, la sanidad virtual y la sanidad presencial tendrían que colaborar para ofrecer servicios eficaces, fiables, seguros y de confianza con el fin de garantizar buenos resultados de salud, una experiencia de paciente satisfactoria y sostenibilidad del propio sistema", ha detallado la directora general de la Fundación IDIS.
COLABORACIÓN CON LA SANIDAD PÚBLICA
La sanidad pública y privada logran crear una única red que dota a España de una asistencia sanitaria no solo de máxima excelencia, sino también accesible. El aprovechamiento de todos los recursos disponibles, independientemente de su titularidad, permite descargar de presión asistencial y financiera a la sanidad pública y evitar duplicidades, al tiempo que ofrece una asistencia sanitaria de calidad reconocida y contrastada.
A modo de ejemplo, según datos de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), la sanidad privada ha llegado a atender al 19 por ciento de los pacientes con afectación de COVID-19 y al 14,2 por ciento de los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos.
A este respecto, solo 1 de cada 10 euros del gasto sanitario público se destinó a colaboración privada-pública, teniendo en cuenta que dicha colaboración se produce en el desahogo de listas de espera en forma de conciertos, transporte sanitario, terapias respiratorias y diálisis. A nivel regional, Cataluña, Madrid, Andalucía y Canarias son las que más recursos destinan a la partida colaborativa.
Otra fórmula son las concesiones administrativas, a día de hoy ya son 9 los hospitales que operan bajo este modelo. Por otro lado, en el informe se destaca que alrededor de 1,7 millones de funcionarios de la administración central cubiertos por el régimen de mutualismo administrativo en España eligen el aseguramiento y cobertura asistencial privados.
"Se estima que la prima media de MUFACE se sitúa en 2020 en 917 euros anuales por asegurado, mientras que el gasto sanitario público per cápita de ese mismo año es de 1.368 euros (no incluye gasto farmacéutico ni el gasto destinado a mutualidades), lo que supone un ahorro de 451 euros por cada mutualista para la Administración", ha enfatizado Villanueva.
Finalmente, el trabajo ha puesto de manifiesto que este sector emplea a 278.291 profesionales en España y que la formación de los profesionales "gana terreno" en la sanidad privada, ofreciendo 261 plazas de formación especializada, 46 más que el año anterior.