BILBAO 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha destacado la necesidad de contar con Unidades de Críticos Cardiológicos con responsabilidad directa de cardiólogos en hospitales con un área mayor de 300.000 habitantes. En este sentido, ha advertido de la "inequidad" que existe en esta materia ya que un 41% de los centros no tiene unidad de cuidados críticos con dependencia de los Servicios de Cardiología.
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) está celebrando en Bilbao su Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2015, que reúne a unos 3.100 especialistas y en el que ha presentado las principales conclusiones de INCARDIO (Indicadores de Calidad en Unidades Asistenciales del Área del Corazón), un "documento de consenso protagonista" de este encuentro.
El doctor José Luis López Sendón, miembro de la SEC y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, así como "primer firmante" de INCARDIO, ha advertido de que "solo midiendo los resultados en salud se logra mejorar la calidad de la asistencia" y, en este sentido, ha explicado que este proyecto establece unos estándares de referencia para que "cada hospital pueda evaluar su situación y mejorar la calidad de sus actuaciones médicas".
Se trata de una iniciativa de la SEC y la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (SECTCV), centrada en las áreas de cardiología clínica, imagen cardiaca, cuidados cardiacos agudos, cardiología intervencionista, electrofisiología y arritmias, insuficiencia cardiaca, rehabilitación cardiaca y cirugía cardiaca.
Entre los indicadores que los hospitales españoles tendrán como referencia para identificar sus "oportunidades de mejora", destacan la necesidad de que haya Unidades de Críticos Cardiológicos con responsabilidad directa de cardiólogos en hospitales con un área mayor de 300.000 habitantes, así como "cardiólogos presentes las 24 horas los 365 días del año".
También se propone que haya programas de angioplastia primaria para hospitales con áreas mayores de 300.000 habitantes que estén alejados de otros hospitales con un programa ya establecido.
Según este documento, el volumen de cirugías cardiacas mayores por hospital debe ser superior a 500 al año y de más de 70 al año por cirujano. Asimismo, indica que el número de angioplastias mínimo por hospital debería ser de 400 por año y más de 75 por año por operador. En cuanto a angioplastias primarias (el tratamiento de reperfusión de elección en el infarto agudo de miocardio), se establecen en más de 100 al año.
Asimismo, se propone que los hospitales con un área de más de 300.000 habitantes deberían disponer de un proceso organizado de rehabilitación cardiaca multidisciplinar.
INCARDIO también establece unos objetivos de mortalidad, indicando que la tasa de fallecimientos en infarto agudo de miocardio con elevación de ST debería ser inferior al 5% excluyendo a los que llegan con shock cardiogénico, en síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST la recomendación es tasa de mortalidad inferior al 3%, y en la implantación percutánea de prótesis aórticas, inferior al 6%.
López Sendón ha advertido de que, "aunque se han mejorado los resultados en supervivencia, en la actualidad siguen existiendo diferencias entre los distintos hospitales y entre las distintas comunidades autónomas".
En este sentido, el presidente de la SEC, José Ramón González-Juanatey, ha señalado que "las diferencias en los indicadores de resultados en la atención de pacientes con cardiopatías nos deben orientar para poner en marcha políticas a nivel local y estatal para lograr mayor homogeneidad".
En función de los últimos resultados de Recalcar (Recursos y Calidad y Cardiología), correspondientes al año 2013, las unidades de pacientes con patologías cardiológicas críticas en muchos hospitales de España "están fuera de la organización y dependencia de los Servicios de Cardiología". Para González-Juanatey, "al menos en los centros de segundo y tercer nivel, la recomendación de la SEC es que en hospitales con un área mayor de 300.000 habitantes debe haber un área de críticos cardiológicos bajo la responsabilidad directa de los cardiólogos".
En los demás hospitales, ha planteado que los cardiólogos "deben participar de alguna forma en la organización de la atención estos pacientes".
Según los datos aportados en el Congreso, un 34% de Unidades del Área del Corazón (UAC) con más de 24 camas no tienen asignada guardia de presencia física, y un 41% de UAC con 1.500 o más ingresos al año (que se corresponden aproximadamente con el de un área de 300.000 habitantes) no tienen una unidad de cuidados críticos dependiente de ella.
En este sentido, los especialistas de la SEC alertan de que "la no atención de los pacientes con cardiopatía por una unidad de cardiología puede tener incidencia en los resultados del infarto" ya que se ha demostrado que los pacientes dados de alta por un servicio de cardiología tienen "menor mortalidad intrahospitalaria".
Por ello, remarcan que uno de los retos en cardiología más importantes para el futuro inmediato en España es "evitar riesgos potenciales de malas prácticas, como son la ausencia de guardias de presencia física en unidades con más de 1.500 ingresos o procedimientos complejos, o la actividad de hemodinámica y cirugía cardiovascular en centros sin camas asignadas a cardiología".
La vicepresidenta de la SEC y presidenta del Comité Científico y Organizador del Congreso, Lina Badimón, ha agregado que, "en la senda hacia la excelencia, además de medir resultados para permitir la identificación de oportunidades de mejora a hospitales y comunidades autónomas, garantizar la formación de los especialistas es otro punto angular".
De este modo, ha explicado que este año la SEC ha aumentado en 174.000 euros la dotación total de becas con respecto a 2014, "como muestra del compromiso de esta sociedad por la investigación y la docencia".
DATOS DE ATENCIÓN CARDIOLÓGICA
Uno de los principales indicadores que ha medido el programa Recalcar es la tasa de mortalidad intrahospitalaria ajustada por riesgo (RAMER IAM), en la que se destaca que se ha mantenido el promedio en España del 7,31% en 2012 y del 7,30% en 2013.
No obstante, se advierte de que hay "claras" diferencias entre la comunidad autónoma que presenta la mayor tasa de mortalidad, La Rioja con 8,60%, y la de menor mortalidad, Cataluña con un 5,90%. La segunda región con mejores resultados en mortalidad en el infarto es Baleares, con un 6,20%.
"Cataluña logra estos resultados gracias a su Código Infarto, que es un modelo de referencia, y Baleares, a pesar de la insularidad, cuenta con un programa de atención al infarto de miocardio regional y eso se refleja en que la mortalidad por infarto es de las mejores de España", ha valorado el presidente de la SEC.
En cualquier caso, ha destacado que la tendencia ha sido positiva para la mayoría de las comunidades. Entre las que más han reducido la mortalidad por infarto en un año, se encuentran Comunidad Valenciana (de 8,49% en 2012 a 7,90% en 2013) y Castilla La Mancha (de 7,26% a 6,80%).
Por el contrario, el estudio indica que, desde 2013, ha aumentado "notablemente" el número de comunidades autónomas que han puesto en marcha sus respectivos "códigos infarto". En la actualidad, cuentan con estos instrumentos Aragón, Asturias, Canarias (para el 25% de la población), Cantabria, Castilla la Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares (para el 75% de la población), Madrid, Murcia, Navarra y País Vasco.
Teniendo en cuenta la mortalidad ajustada en el conjunto de enfermedades del área del corazón, País Vasco y Madrid obtienen los mejores resultados.