SANTA CRUZ DE TENERIFE 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, estudia la creación de un banco de sueros que pudiera dar respuesta a envenenamientos por un número amplio de especies y que abastecería a cualquier punto sanitario de las islas, según ha anunciado en una nota de prensa.
Actualmente existen en España dos bancos de antídotos específicos frente a estas especies peligrosas que, según la Consejería, cubren razonablemente el territorio peninsular pero por la distancia no suplen las necesidades de Canarias ante un incidente grave.
En los últimos años se ha constatado un aumento en el número de especies disponibles en el mercado internacional. La compra-venta de fauna exótica facilita la llegada a Canarias de especies no nativas que conllevan riesgos medio ambientales, ya que en ocasiones llegan a comportarse como especies invasoras que ponen en peligro el ecosistema autóctono, advierte el departamento sanitario.
En este grupo de especies no autóctonas se encuentran arañas, escorpiones y serpientes venenosas que llegan al archipiélago de forma irregular y que sus propietarios mantienen de forma oculta.
Desde la Consejería alertan de que, en caso de fuga o abandono por parte de sus propietarios, estas especies peligrosas suponen un peligro para la ciudadanía por la letalidad de sus venenos y por las dificultades para conseguir antídotos específicos en Canarias.
A modo de ejemplo, Sanidad indica que en 2015 se confiscaron a un particular 32 escorpiones, varios de ellos pertenecientes a las cinco especies más tóxicas del mundo. En otras ocasiones, se ha detectado la venta en Canarias de especies peligrosas a través de las redes sociales.
La creación de un banco de antíditos, explica el departamento autonómico, requiere articular un sistema efectivo de reacción ante una mordedura o picadura potencialmente letal que ofrezca una atención inmediata y efectiva. Para ello, considera preciso desarrollar acciones formativas que permitan la actualización de los protocolos de atención, especialmente en los servicios de urgencias, para el adecuado diagnóstico y tratamiento.