MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins (EEUU) ha mostrado que la saliva puede ser "tan buena" como la sangre para diagnosticar la hepatitis E (HEV, por sus siglas en inglés), siendo además una alternativa "más fácil y menos costosa" de diagnóstico.
Actualmente, las únicas maneras de probar tanto la hepatitis E reciente como la anterior son a través de un análisis de sangre que comprueba anticuerpos contra HEV o pruebas de sangre o de heces que comprueban el material genético de HEV. Ambos tipos de muestras pueden ser difíciles de recoger en algunos pacientes, y su evaluación requiere recursos que a menudo son limitados en los países de ingresos bajos a medianos.
Para abordar estos desafíos, Heaney y sus colegas desarrollaron una nueva prueba de hepatitis E que usa saliva en lugar de sangre o heces. En concreto, la nueva prueba utiliza una plataforma diferente en la que los antígenos se unen a perlas fluorescentes, las cuales pueden circular más fácilmente a través de un líquido, encontrándose potencialmente más anticuerpos contra la enfermedad.
Otra ventaja con esta tecnología es que permite la prueba de una serie de diferentes objetivos de antígeno dentro de la misma muestra de saliva, por lo que, eventualmente, podría ayudar a analizar múltiples infecciones diferentes en una sola muestra de saliva.
Para determinar cómo su prueba de saliva para la hepatitis E se compara con el análisis de sangre más comúnmente utilizado, los investigadores de Hopkins, cuyo trabajo ha sido publicado en 'Journal of Immunological Methods', trabajaron con expertos de un centro de diagnóstico clínico en Dhaka (Bangladesh), donde los pacientes son a menudo remitidos para la prueba de hepatitis E y otras enfermedades.
El análisis ELISA en sangre mostró que 50 pacientes del grupo sintomático tenían evidencia de una infección por VHE anterior y 17 tenían evidencia de una infección reciente por VHE. También demostró que 28 del grupo sin síntomas de hepatitis E habían pasado la infección de HEV y dos mostraron evidencia de infección reciente de HEV.
Por su parte, la prueba de saliva también obtuvo resultados altos en cuanto a sensibilidad y especificidad, indicadores importantes de la precisión de una prueba. Para la infección anterior, la sensibilidad y la especificidad para la prueba de la saliva fueron 98,7 por ciento y 98,4 por ciento, respectivamente, y para la infección reciente, la sensibilidad y la especificidad fueron 89,5 por ciento y 98,3 por ciento, respectivamente.