MADRID 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Zarandear a un bebé en los primeros meses de vida para que deje de llorar puede provocar graves secuelas y daño cerebral, según alertó en un comunicado el grupo de residentes de la Unidad Docente de Matronas de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada.
El grupo, tras una "amplia revisión bibliográfica", asegura que el llamado 'Síndrome del bebé zarandeado' produce "lesiones internas al pequeño". El mismo surge cuando, por aplacar el llanto de un bebé, que es "el único recurso" que tiene el niño en sus primeros años para manifestarse, "los padres o cuidadores" reaccionan "bruscamente" y le sacuden.
La profesora Concepción Ruiz Rodríguez, directora del estudio, explica que éste síndrome es "escasamente conocido, y puede producir múltiples lesiones que, en la mayoría de los casos, no son evidentes externamente". Aunque, aclara, "la gravedad del daño cerebral depende de la frecuencia, intensidad y duración del zarandeo", existen "alteraciones leves" como "irritabilidad, letargo, temblores, vómitos o pérdida de apetito, y otras más severas como lesiones oculares y fracturas de huesos".
Por otra parte, los residentes informan que la gran mayoría de las víctimas son "menores de dos años" y que los "agresores son en un mayor porcentaje hombres, frecuentemente el padre (44%) seguido del novio de la madre que convive en el hogar (20%); y en el caso de las mujeres, suelen ser las niñeras (18%) y en menor medida las madres (7%)".
Según la información recogida en los artículos científicos publicados en los últimos cinco años, la investigadora asegura que "cuando se diagnostica este síndrome, la probabilidad de que haya ocurrido abuso o maltrato es muy alta". Por lo que considera importante "la prevención adecuada por parte de los profesionales de la salud" y la "detección precoz" del mal.