MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario Ruber Juan Bravo se ha convertido en el primer centro hospitalario del mundo en contar con el primer sistema Allia IGS Pulse de GE HealthCare, que ha sido diseñado para mejorar el flujo de trabajo de cara al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en el área de la cardiología intervencionista.
Esta innovación cuenta con mejoras de vanguardia en lo referente a la tecnología de tubos de rayos X, ya que garantiza una precisión y una seguridad inigualables tanto en los diagnósticos como en los procedimientos para pacientes de todos los tamaños, incluidos los clasificados como grandes o bariátricos, con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30. La nueva tecnología representa un gran avance en los tratamientos guiados por imagen debido a su capacidad para ofrecer una calidad de imagen excepcional y una optimización automatizada de la dosis, independientemente del tamaño del paciente.
La nueva tecnología no solo mejora las capacidades de obtención de imágenes, sino que también redefine el ambiente de trabajo durante la realización de un cateterismo. Al funcionar con un nivel de ruido limitado, similar al de una conversación normal, este sistema crea un entorno tranquilo que favorece la comodidad del paciente y unas condiciones de trabajo óptimas para los profesionales sanitarios.
"Estamos muy orgullosos de ser pioneros en la instalación de esta tecnología a nivel mundial, un nuevo sistema que aporta mejoras en la calidad de la imagen, especialmente con pacientes obesos y angioplastias complejas, en las que es tan importante una buena visibilidad de la guía, los balones y los stents", apunta el jefe de Departamento de Cardiología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Hospital Quirónsalud San José y Olympia, el doctor José Ángel Cabrera Rodríguez, quien añade que de las ventajas de esta nueva instalación, "podrán beneficiarse más de 1.300 pacientes cada año".
Por su parte, el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, el doctor Gonzalo Pizarro Sánchez, asegura que "el futuro de la Cardiología pasa por los tratamientos mínimamente invasivos y esta tecnología también ayudará a desarrollar el programa de intervencionismo estructural, como el implante de TAVI (válvula aórtica por vía percutánea)".
El nuevo sistema Allia IGS Pulse se caracteriza por integrar el primer tubo monopolar intervencionista del sector y desde el pasado mes de enero se ha utilizado en varias operaciones piloto que se han llevado a cabo en la Clinique Pasteur (Toulouse, Francia), donde se ha observado que también es adaptable y versátil a todas las situaciones y procedimientos habituales, desde intervenciones coronarias percutáneas (ICP) a otras complejas y estructurales, con el importante impacto que supone para la salud de los pacientes.
A través de esta instalación la compañía continúa una sólida colaboración con el Grupo Quirónsalud que va a permitir redefinir el panorama de la innovación sanitaria y las soluciones centradas en el paciente. "Estamos seguros de que esta innovadora tecnología se alinea a la perfección con la misión del Grupo Quirónsalud por mejorar la atención y los resultados de los pacientes mediante la integración de las innovaciones tecnológicas más avanzadas", ha manifestado el CEO de GE HealthCare en la región Iberia, Luis Campo.