MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La última generación del robot quirúrgico Da Vinci es capaz de acceder directamente a la orofaringe a través de la cavidad oral y realizar así cirugías mínimamente invasivas de patologías tumorales o determinadas apneas del sueño. De esta forma, por ejemplo, se pueden extirpar tumores en esta zona sin necesidad de abrir la mandíbula, resalta el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, del Hospital Ruber Internacional.
"Operar un cáncer de base de lengua mediante la cirugía tradicional es como atravesar una selva a machetazos para llegar a un sitio. Hay que cortar y abrir la mandíbula para extirpar al tumor. Afortunadamente, hoy en día no es necesario dañar tejido sano en el proceso de curar a un paciente. Estamos cambiando un tipo de cirugía transmandibular más agresiva en la que abres la mandíbula y tienes que causar mucho daño en partes sanas para llegar a la lesión, por una cirugía que te lleva directamente a la zona de la lesión", comenta el experto.
El robot Da Vinci es un sistema de cirugía mínimamente invasiva en el que se manipulan brazos robóticos a distancia por medio de una consola que maneja el cirujano. El uso de esta instrumentación ofrece una serie de ventajas. En primer lugar, una mayor precisión (elimina el temblor natural de la mano del cirujano) y mayor grado de movimiento que la muñeca humana. A su vez, ofrece un sistema de visualización endoscópica tridimensional que permite al cirujano 'adentrarse de forma virtual' en el cuerpo del paciente.
El Da Vinci se utiliza actualmente en dos tipos de patología
dentro de la otorrinolaringología (ORL). "Aquellas de carácter tumoral (orofaringe, base de lengua, amígdala, algunos tipos de cáncer de laringe) y en casos muy seleccionados de apnea obstructiva del sueño", asegura la codirectora de la Unidad de ORL del Hospital Ruber Internacional, Myriam Navarro Cunchillos.
La robótica aplicada a la otorrinolaringología se empezó a practicar en España durante el año 2013. Desde entonces, Gutiérrez Fonseca, también jefe del servicio de ORL del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, está practicando con su equipo de forma habitual intervenciones de este tipo. El uso del Da Vinci permite abordajes menos agresivos, pero "requiere de un entrenamiento". Además, es caro: cuesta dos millones de euros cada uno.
"No hay tantos tumores o lesiones en esa zona como para que en cualquier hospital tengan un Da Vinci. Más allá del precio, otra de sus limitaciones es que no es válido para todo tipo de pacientes, ya sea por su patología o por sus características anatómicas. Si tiene un problema de apertura bucal, no puedes utilizarlo", explican los doctores. A su vez, indican que el robot quirúrgico no es capaz de cortar hueso, por lo que en ocasiones hay que combinarlo con otras técnicas.