MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo de Estados Unidos ha detectado un mayor uso de la cirugía de revascularización coronaria en las personas con diabetes, hasta el punto de que en los últimos 40 años se ha multiplicado por cinco el uso de estas intervenciones, y han visto que presentan un peor pronóstico como consecuencia de un mayor riesgo de complicaciones.
Así se desprende de un análisis de más de 55.000 pacientes de la Clínica Cleveland cuyos resultados publica 'The Journal of Thoracic and Cardiovascular Surgery', que muestra como entre los años 1970 y 2010 la proporción de pacientes revascularizados ha pasado del 7 al 37 por ciento.
No obstante, y aunque cada vez son más los diabéticos que presentan una enfermedad arterial que requiere una revascularización mediante cirugía y, aunque la técnica ha mejorado sustancialmente, los autores insisten el aumento de las complicaciones observado hace que tenga un coste "excesivamente" alto.
El registro incluyó un total de 10.362 pacientes con diabetes y 45.139 sin esta enfermedad que se sometieron a una revascularización coronaria.
Y según observaron, los diabéticos tenían un peor pronóstico a largo plazo, con un mayor porcentaje de muertes durante el ingreso (2%, frente a, 1,3%), infecciones en la herida (2,3%, frente a 1,2%), accidentes cerebrovasculares (2,2%, frente al 1,4%), fallo renal (4%, frente a 1,3%) y una estancia hospitalaria más prolongada (9,6%, frente al 6%).
MENOS SUPERVIVENCIA, A CORTO Y LARGO PLAZO
Además, la supervivencia después de la cirugía también fue peor en los pacientes con diabetes al año siguiente, a los 5, 10 y 20 años. Así, a los 20 años sólo un 18 por ciento de estos pacientes seguían vivos, frente al 42 por ciento de los intervenidos que no tenían la enfermedad.
Todo ello hizo que el coste de los pacientes con diabetes fuera un 9 por ciento mayor, como consecuencia de un mayor uso de análisis clínicos, pruebas de imagen, medicamentos, cuidados de enfermería y estancias hospitalarias más largas.
"La diabetes es un marcador de alto riesgo, que consume muchos recursos y hace que la atención de estos pacientes sea más cara", ha reconocido Joseph F. Sabik, del Instituto Cardiovascular Arnold Miller de Cleveland, autor del estudio.