MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
La revista 'Reumatología Clínica' ha publicado las Recomendaciones de la Sociedad Española de Reumatología (SER) sobre prevención de infección en enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS), que pueden tener un mayor riesgo de infección, tanto por la propia enfermedad como por la inmunosupresión secundaria al tratamiento.
De hecho, "las infecciones son una causa importante de mortalidad y morbilidad en estos pacientes, aunque el aumento del riesgo parece disminuir en los pacientes con enfermedad controlada y no todas las ERAS tienen el mismo riesgo de infección grave, que parece ser mayor, por ejemplo, en el lupus eritematoso sistémico que, en otras, como el síndrome de Sjgren", señala la doctora Patricia Carreira, reumatóloga del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
"Todos los tratamientos inmunosupresores pueden alterar la respuesta inmune frente a las infecciones", sentencia la especialista y una de las coordinadoras científicas de las Recomendaciones SER sobre prevención de infecciones en ERAS. "Tanto los glucocorticoides como los inmunosupresores se asocian a un riesgo aumentado de infecciones, y también pueden interferir de algún modo en la eficacia de algunas vacunas. Esto es especialmente importante con las terapias anti-células B, como el rituximab, que es el fármaco que más parece influir en la respuesta a las vacunas", explica.
La ERAS son un grupo heterogéneo de enfermedades muy complejas, que comparten su origen autoinmune y que se caracterizan por tener diferentes tipos de afectación orgánica, que puede ser muy grave, hasta el punto de comprometer la vida de los pacientes. En muchas situaciones estas enfermedades requieren glucocorticoides a dosis altas, e inmunosupresión intensa, por lo que el número de infecciones graves y la mortalidad por las mismas es mayor que la de otras enfermedades reumáticas inmunomediadas.
"Dentro de los tratamientos empleados en las ERAS, los glucocorticoides son probablemente los que más riesgo de infección conllevan. La utilización de estos fármacos durante el mínimo tiempo necesario, y a la menor dosis posible, es una estrategia en la que existe un amplio consenso, pero en la que no se debe dejar de incidir", según Carreira.