MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Red por un Enfoque Integral en las Conductas Adictivas (REICA) ha presentado al delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco de Asís Babín, el documento 'En defensa de un modelo de atención integral en adicciones' en el que justifica la necesidad de abordar las adicciones a sustancias desde una perspectiva integral.
El texto solicita que se consideren los aspectos psicológicos, sociales y biológicos que afectan a cada caso. Esta es la idea constitutiva del Plan Nacional sobre Drogas que esta Red respalda y defiende.
La presentación de este documento ha surgido frente a la idea emergente en algunos sectores de que la adicción a sustancias tóxicas debe ser considerada una enfermedad mental, con tratamiento exclusivo en la red sanitaria de salud mental, o lo que es lo mismo, abordarse fundamentalmente desde la perspectiva farmacológica.
Los representantes de la REICA han explicado al delegado del Gobierno que implantar este modelo supondría actuar en contra de la evidencia científica sobre el abordaje de las adicciones y conllevaría desmantelar la red de atención especializada que hasta la fecha opera de manera eficaz en España, mediante dispositivos públicos y privados.
Esta red de atención no sólo mantiene niveles de calidad homologables a los del contexto europeo, sino que sirve de referente en el desarrollo de planes asistenciales a nivel internacional.
El informe presentado rechaza la corriente reduccionista de que la adicción es una "enfermedad mental", que puede presentarse sola o más frecuentemente en compañía de otras, y que está causada por una patología cerebral crónica.
Al contrario, explica cómo el estudio de la casuística y la extrema variabilidad en los procesos y circunstancias de rehabilitación ponen de manifiesto que son los factores psicosociales los que determinan el inicio o interrupción del consumo, llegando incluso a darse casos de recuperación de la noche a la mañana sin ayuda terapéutica, lo que descarta de pleno cualquier hipotética consideración de 'enfermedad mental'.
Los expertos también han advertido de que adoptar este modelo de reduccionismo biológico supondría minimizar aún más las posibilidades de recuperación y reinserción social, desde el momento en que la categorización de 'enfermedad mental' resulta mucho más estigmatizadora que la idea de hábito o problema psicológico superable; a la vez que deja al sujeto a merced de las sustancias tóxicas, en tanto en cuanto no entiende la recuperación como un proceso en el que es esencial su propia voluntad y responsabilidad.
Las últimas investigaciones científicas en la materia han descartado que la adicción cumpla los criterios básicos para ser considerada una enfermedad, en la medida en que su causa es desconocida y su desarrollo está íntimamente ligado a una decisión personal y voluntaria de iniciar el consumo. En consecuencia, la adicción no puede considerarse una enfermedad mental causada por una patología cerebral crónica.
Además, la mencionada disparidad, tanto en las causas de iniciación al consumo como en los procesos de rehabilitación, es más compatible con la influencia de múltiples factores externos, que tienen la posibilidad de producir un abanico muy variado de resultados, que con la simple idea de 'enfermedad mental'.
Por otra parte, el determinismo biológico que caracteriza este modelo anularía por completo el sentido de la prevención y la necesidad de concienciación pública, ya que si la causa de la adicción se reduce a una enfermedad cerebral, el individuo queda relevado de cualquier responsabilidad y empoderamiento voluntario.
El conocimiento científico, según indica el estudio, consolida una serie de afirmaciones que armonizan mucho mejor con un enfoque integral y un modelo psicosocial. Estas son que las adicciones no son crónicas ni incurables; las personas con un trastorno adictivo y dificultades para cambiar por sí mismas deben recibir tratamiento psicológico para ayudarles a modificar los hábitos nocivos de consumo que constituyen la adicción.
También que Los fármacos no reducen ningún desequilibrio químico cerebral desencadenante de la adicción, sino que, al contrario, deben ser vistos como meros facilitadores del cambio de comportamientos y hábitos que debe producirse en la recuperación; Los cambios en la estructura y funcionamiento del cerebro que aparecen con la administración de sustancias adictivas son el efecto de la adicción, y no la causa.
Así como que, los cambios en la estructura del cerebro no son irreversibles y que Las personas con adicción no tienen con mucha frecuencia otros trastornos mentales, por lo que hablar de 'patología dual' no está justificado.
REICA está formada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP), la Asociación Proyecto Hombre, la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD), y la Sociedad Española de Toxicomanías (SET).