Cómo reducir síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia

Quirónsalud valora las ventajas del láser para reducir síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia.
Quirónsalud valora las ventajas del láser para reducir síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia. - HOPISTAL QUIRÓNSALUD SEVILLA
Publicado: miércoles, 24 julio 2024 11:35

SEVILLA 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

Expertos en Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla destacan las ventajas del tratamiento láser para reducir los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia, una afección que se manifiesta con determinados cambios anatómicos y funcionales genitales y urinarios.

Estos cambios se deben, principalmente, al descenso fisiológico de estrógenos y otras hormonas sexuales, como los andrógenos, que se produce, habitualmente, durante la menopausia establecida o, incluso, la perimenopausia.

El síndrome genitourinario de la menopausia (SGM) produce cambios tanto a nivel vulvar y vaginal, como en la uretra y la vejiga urinaria. Los síntomas más comunes asociados a esta afección suelen ser mayor sequedad, picor, dolor durante las relaciones sexuales o disuria, es decir, molestias al orinar, según ha detallado el hospital en una nota de prensa.

En este sentido, el ginecólogo de Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla José Famián Hernández apunta que estos síntomas "pueden simular una infección de orina, y hacen que aumente el riesgo de infecciones vaginales al cambiar el pH y que se puedan producir pequeñas pérdidas de orina".

Para su tratamiento, el Hospital Materno-Infantil Quirónsalud aplica la terapia láser de diodo que, en combinación con terapias médicas complementarias de aplicación local, como el ácido hialurónico y los factores de crecimiento, ofrece los mejores resultados para la reducción de los síntomas asociados al SGM. "El láser puede ser un complemento perfecto a las terapias médicas o actuar cuando estas se nos quedan cortas", añade el doctor Hernández.

Asimismo, el procedimiento es sencillo, rápido y prácticamente indoloro, salvo la terapia de liquen escleroatrófico, para la cual se debe aplicar anestésico tópico. "El láser penetra en el tejido hasta dos milímetros, produciendo un calentamiento medido y controlado de la zona vaginal y vulvar, reactivando la producción de colágeno y elastina, regenerando los tejidos de forma natural y aumentando el flujo sanguíneo y la lubricación con la consiguiente mejoría de los síntomas como la sequedad, el picor o el dolor durante las relaciones sexuales", ha explicado.

Este conjunto de síntomas se produce, mayoritariamente, en mujeres de entre 55 y 75 años, y afecta al 70 por ciento de mujeres en edad postmenopáusica. No obstante, mujeres jóvenes también pueden experimentar un descenso estrogénico por diversos motivos, como pueden ser un fallo ovárico precoz, algunos tratamientos oncológicos o el haber tenido que extirparse los ovarios.

El tratamiento láser se adapta a todos estos perfiles de mujeres ya que, como ha concluido Hernández, "es una terapia local en la cual no se utiliza medicación, no es invasiva y se puede realizar en consulta, lo que hace que la paciente pueda realizar vida totalmente normal".